viernes, 13 de julio de 2012

El futuro del carbón pasa por técnicas de captura de CO2

La captura y almacenamiento de CO2 se perfila como la única fórmula que garantiza un carbón limpio y que puede dar viabilidad a un sector amenazado por los recortes, ha señalado el investigador del CSIC Carlos Abanades, quien, no obstante, ha advertido de que para ello "hacen falta incentivos".


En una entrevista con Efe, este investigador del Instituto Nacional del Carbón (INCAR) se ha mostrado convencido de que el carbón limpio "puede existir" siempre y cuando existan incentivos que lo permitan.
"La idea de capturar CO2 y almacenarlo bajo tierra no es una locura, se hace en EE. UU. desde los años 70 y en Noruega desde los 90, aunque, evidentemente, es más barato no hacerlo que hacerlo", ha subrayado Abanades.
Estas técnicas buscan neutralizar las emisiones que se originan durante la combustión de centrales térmicas, refinerías de petróleo, cementeras o siderúrgicas y que son las principales causantes del efecto invernadero.
En España, el proyecto Compostilla, que se desarrolla a través de la Fundación Ciudad de la Energía ha logrado ser una de las seis iniciativas respaldadas por la Unión Europea para la investigación y desarrollo de estos procedimientos.
La primera fase de Compostilla es la planta de captura de CO2 de Cubillos del Sil, en la comarca leonesa del Bierzo, junto a una antigua planta de carbón. Su objetivo es que el 90 por ciento del CO2 producido en una caldera de carbón adyacente no vaya a la atmósfera mediante su captura por el procedimiento de la oxicombustión (combustión de carbón con oxigeno).
Una segunda instalación estudia cómo transportar el CO2 capturado en las condiciones más óptimas; y una tercera, situada en Hontomín (Burgos) investiga cómo inyectarlo a 1.600 metros de profundidad de la superficie, donde se almacenará por un tiempo indefinido y sometido a una monitorización constante.
"El sector del carbón sólo tiene dos opciones: desaparecer o apostar por la vía de la captura y almacenamiento de CO2, no hay otra", ha sentenciado Abanades.
Este experto del CSIC sostiene que "no se puede seguir quemando carbón sin captura durante muchos años más" y apuesta por dar un plazo de 4 ó 5 años para hacer una transición hacia centrales térmicas que neutralicen las emisiones.
En España -ha explicado- el carbón es la única fuente de energía autóctona y tiene los costes "más competitivos del mundo" para generar energía. "Ahora hay que decidir si se quiere cambiar esta realidad a otra sin emisiones y las opciones son o abandonar el carbón o apostar por las plantas de almacenamiento".
Abanades ha subrayado, no obstante, que el problema del carbón español no es tanto medioambiental, sino económico, debido a la competencia con el exterior. "En muchas centrales térmicas desde hace varias décadas en España, sin ayudas públicas, resulta más barato traer el carbón de fuera", ha señalado.
Así que, si se resolvieran todos los problemas medioambientales del carbón, "todavía tendríamos un problema con el carbón español, que es su competencia con el exterior". EFE

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