Dos emprendedores canarios comenzarán a producir agua de niebla en septiembre a 1.600 metros de altitud en Gran Canaria,
un producto que venderán embotellado a hoteles y tiendas gourmet y que
ofrecen para ayudar a combatir los incendios forestales, ya que puede
almacenarse en los montes.
Se trata de una iniciativa que han patentado un ingeniero
técnico agrícola especializado en captación de nieblas y un aparejador
que ha centrado su investigación en las energías renovables y que, tras
quedar finalista en la edición regional del Premio Emprendedor XXI,
también figura como tal entre los cinco proyectos que concurren al
Premio Biodiversidad en la categoría de emprendedores.
Huerto hídrico
Así
lo ha explicado a Efe Theo Hernando, director de Agua de Niebla de
Canarias SL, quien, a sus 31 años, está a punto de materializar un
trabajo que comenzó en abril de 2008, cuando, junto a su socio, ideó y
patentó los prototipos de captadores de niebla, rocío y precipitaciones
en forma de prisma y fabricados con fibra de vidrio y estructura de
aluminio, con los que conformarán el primer "huerto hídrico" con
captadores tridimensionales del mundo.
Estos captadores son
totalmente ecológicos, no generan impacto visual, ya que parecen
pajareras, ni ocupan mucho espacio, y la actividad que desarrollan "no
consume energía ni genera residuos", ha destacado el cotitular de la
empresa, Ricardo Gil.
Además, ofrecen una mayor estabilidad que
los primeros que se hicieron, en los años sesenta, en la Universidad
Católica del Norte (Chile), que eran planos, parecidos a un cartel
publicitario, y sustentados por dos palos, lo que vale para los vientos
flojos y constantes que se registran en ese país, pero no para la fuerza
y las rachas con las que soplan los alisios en Canarias.
Valleseco es el laboratorio
La
estación hídrica de invierno que estos emprendedores tinerfeños
comenzaron a instalar en mayo y que ultiman en estos días se ubica en el
municipio grancanario de Valleseco, un lugar escogido por sus óptimas
condiciones geoclimáticas, ya que está orientado al norte-noreste, de
donde proceden los alisios, y sobre una superficie con una inclinación
moderada.
A ello se suma su privilegiada situación, en la
confluencia de dos barrancos, lo que ayuda a canalizar los flujos de
viento que se dirigen hacia la cumbre de la isla.
Hernando ha
explicado que las mejores condiciones para captar agua de niebla se dan
en un rango de vientos de entre 30 y 35 kilómetros por hora, ya que "a
mayor cantidad de metros cúbicos de aire que pasa por el captador, más
litros se recogen".
En un principio, estos emprendedores pensaron
que su idea calaría entre las administraciones públicas de las Islas, ya
que, a su juicio, capturar y almacenar agua cerca de las cumbres de
Gran Canaria constituye un recurso forestal de primera magnitud, porque
no habría que transportarla desde lugares lejanos, lo que agilizaría la
extinción de incendios.
Un complemento dietético ideal
En
este tiempo también han comprobado en Tenerife que mezclar el agua de
niebla, "que no tiene bicarbonatos porque no ha tocado roca", lo que la
convierte en un complemento dietético ideal para niños y personas con
problemas de riñón, con el agua de galerías reduce los niveles de sal de
ésta última, lo que evitaría la necesidad de instalar desalinizadoras
para regar los campos.
Sin embargo, la crisis económica ha hecho
que este proyecto no pueda contar con la administración como principal
cliente, por lo que sus promotores le han "dado la vuelta" y han
apostado por vender el agua de los alisios, más presentes en Canarias en
verano y en menor proporción en invierno, para crear un nuevo producto
que dirigirán al sector turístico y también promocionarán en las tiendas
de exquisiteces con el nombre de "Alisios Canary Fog Water".
Agua de niebla embotellada
Según
ha informado Theo Hernando, este proyecto se pondrá en marcha con una
producción limitada, de entre 40.000 a 60.000 litros de agua, que
comercializarán en botellas de plástico de un litro y de medio litro,
que costarán un euro y unos sesenta céntimos, respectivamente, unos
envases que confeccionará la empresa grancanaria Aguas de Guayadeque SL.
Un
solo captador de los 30 que operarán en Gran Canaria puede recoger más
de 500 litros de agua en un día, aunque la media oscila entre 180 y 230
litros diarios.
Aguas de Niebla de Canarias SL, creada en 2011 y
que ha invertido en esta iniciativa 150.000 euros que sus socios prevén
recuperar en cuatro años, ha diseñado para sus botellas un logotipo que
simboliza las curvas de presión con las que se muestran las ondas del
anticiclón en los mapas atmosféricos.
Hernando ha destacado que,
al no haber precedentes sobre esta actividad, su iniciativa se ha
dilatado en la tramitación de permisos sanitarios y medioambientales,
ámbito en el que existían "muchos vacíos", ya que hasta ahora nadie se
había planteado que del mar de niebla tan cotidiano en Canarias se puede
obtener un recurso hídrico sostenible. EFEverde
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