El robot explorador Curiosity, que aterrizó en la madrugada del lunes en Marte, envió a la Tierra sus primeras fotografías a color del Planeta Rojo, que ha distribuido la NASA.
Las primeras imágenes, que transmitió poco después de
aterrizar, fueron en blanco y negro y en baja resolución tomadas con
unas pequeñas cámaras instaladas para detectar posibles daños en sus
ruedas.
Pero en la nueva tanda de imágenes difundidas por la NASA
se puede ver una superficie aparentemente terrosa en tonos ocres y
anaranjados que reflejan lo que vio Curiosity, según se acercaba a la superficie marciana.
Las instantáneas fueron tomadas con el instrumento Mars Descent Imager, conocido como MARDI, instalado a bordo del Curiosity,
que envió a la Tierra 297 de imágenes de baja resolución, que dan una
idea de cómo fue el descenso del artefacto al cráter Gale.
Ya ha hecho 1.500 fotos
Según
informó la NASA, se trata de una vista previa de las aproximadamente
1.504 imágenes que ha almacenado la memoria del robot, que esperan poder
mezclar con fotos de alta resolución para tener una visión completa de
cómo fue el descenso del vehículo.
La NASA publicó además otro
grupo de imágenes tomadas, ya en horizontal, por el robot en su primer
día de misión, con el instrumento MAHLI (Mars Hand Lens Imager), situado
en la torreta del brazo robótico de Curiosity, en las que se puede ver la parte norte del cráter Gale.
El
principal objetivo de la cámara MAHLI es tomar fotografías de primer
plano de alta resolución de las rocas y el suelo del cráter.
La
cámara es capaz de centrarse en un blanco a una distancia de
aproximadamente 2,1 centímetros pero también tiene capacidad para tomar
imágenes generales del paisaje marciano.
Todavía capta mucho polvo
La
NASA señala que en el momento que tomó las fotos el brazo robótico
todavía se encontraba plegado, en la posición en la que ha permanecido
desde que fue empaquetado el robot para su lanzamiento el 26 de
noviembre 2011.
Además, la cámara tiene una cubierta protectora
transparente que no se retirará hasta después de una semana para
proteger el aparato del polvo que se haya levantado tras el aterrizaje.
Una misión de dos años
Curiosity
llegó a Marte para una misión de dos años en la que explorará el
Planeta Rojo equipado con tecnología de punta para investigar si alguna
vez hubo o puede haber vida allí.
El vehículo de una tonelada de
peso y del tamaño de un automóvil incluye una estación medioambiental
(REMS) desarrollada y montada por completo en España, que medirá la
temperatura del suelo, aire, presión, humedad y radiación ultravioleta,
además de una antena que facilitará el envío de datos y pondrá
directamente en contacto el explorador con la Tierra. EFEverde
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