Los senadores John Kerry y Barbara Boxer
-dos pesos pesados de la formación progresista contrarios, en un
principio, a la ley- ofrecieron finalmente su respaldo tras lograr la
incorporación de una disposición adicional que conmina a la secretaria de Transporte a promover ante la Organización de Aviación Civil Internacional
(OACI) un acuerdo a nivel internacional sobre las emisiones
contaminantes de los aviones, una iniciativa que defiende la
Administración Obama. “Estamos diciendo no a las medidas adoptadas de
manera unilateral por Europa, pero sí a liderar las negociaciones a
nivel internacional”, explicó Boxer para justificar su cambio de
opinión.
Desde el 1 de enero, la UE obliga a las compañías aéreas internacionales a abonar una tasa por cada tonelada de CO2
que emitan sus aparatos en todos los vuelos con destino u origen
europeo. Con esta medida, Europa pretende reducir las emisiones
contaminantes de los aviones en un 3% para 2013 y en un 5% para 2020.
Además de EE UU, otras naciones que no integran la UE, como China, India
o Rusia, y la industria de la aviación consideran injusta esta
liegislación porque el canon que se pretende cobrar se aplica sobre todo
el trayecto del vuelo y no solo durante el tiempo en que se está
sobrevolando el espacio aéreo de los Estados miembros.
“De consentir la imposición europea, tendríamos que destinar, entre
2012 y 2020, 3.100 millones de dólares para abonar las nuevas tasas que
nos exigen, una cantidad que podríamos aplicar a generar empleo y
estimular el crecimiento económico de EE UU”, señaló en la comisión el senador republicano John Thune, uno de los promotores de la ley junto a su colega demócrata Claire McCaskill.
EE UU considera injusta la legislación porque
el canon se aplica sobre todo el trayecto del vuelo y no solo durante el
tiempo en que se está sobrevolando el espacio aéreo de la UE
Si, como todo parece indicar, el Senado respalda la ley -que ya fue
aprobada por la cámara Baja-, EE UU incrementaría todavía más la presión
que ya existe sobre la UE para que dé marcha atrás en su decisión de
imponer una tasa sobre las emisiones de CO2 de los aviones. En febrero,
el Gobierno chino también prohibió a sus aviones pagar a Bruselas. El Tribunal de Justicia de la UE ya dictaminó que esta legislación no vulneraba el derecho internacional.
La OACI tiene de plazo para presentar una alternativa hasta el próximo
mes de abril, que es cuando los primeros pagos deberán hacerse
afectivos.
Kerry alertó el martes de las nefastas consecuencias que, en su
opinión, se derivarán de una más que probable falta de acuerdo a nivel
internacional. “Podríamos desatar una guerra comercial”, aseguró en declaraciones recogidas por The Hill.
El senador demócrata también llamó la atención sobre la responsabilidad
de las empresas estadounidenses, si no se esfuerzan por reducir sus
emisiones de gases de efecto invernadero, independientemente de que se
logre eludir la tasa impositiva. “Otros países pueden decidir que no
quieren que aterricen nuestros aviones por no hacer nada por reducir el
nivel de contaminación”.
Airlines for America,
un grupo asesor de la industria aeronáutica, se felicitó por la
decisión de la comisión del Senado. “Con la aprobación, el Congreso
envía a la UE el potente mensaje de que un impuesto unilateral no
beneficia al medio ambiente”, indicaba en un comunicado.
Los grupos ecologistas de EE UU comparten la misma preocupación que
la UE y sostienen que hasta ahora ninguna de las iniciativas para
negociar de manera multilateral los límites de las emisiones
contaminantes de las compañías aéreas ha dado resultado. “La resolución a
favor de una ley, decepcionante y corta de miras, solo sirve para
acotar las pocas posibilidades de actuar a nivel internacional”, se
lamentó Annie Petsonk, abogada de la Fundación Defensa del Medio Ambiente, en declaraciones recogidas por The Wall Street Journal.
No hay comentarios:
Publicar un comentario