domingo, 12 de agosto de 2012

El Museo de las Ciencias propone una "ruta animal" para aprender biología

El Museo de las Ciencias Príncipe Felipe propone a sus visitantes una ruta "animal" para conocer a los seres vivos que alberga en las diferentes exposiciones: reptiles, insectos y seres microscópicos que ayudan al público a comprender mejor la biología, la evolución y la adaptación al medio natural.

 

En el museo es posible ver desde una extraña célula gigante de forma ovoide hasta organismos microscópicos, según destaca la Generalitat en un comunicado.
En la sección de "Bienvenidos a la vida", una incubadora acoge a multitud de nuevos pollitos que salen del cascarón cada día, mientras que en el taller "Al rojo vivo" puede verse cómo un dragón pasa desapercibido incluso a los ojos de una cámara termográfica.
"Micrarium" es otro taller donde el visitante puede contemplar organismos vivos microscópicos de formas increíbles, cuyo "hábitat" es una simple gota de agua.
Un hormiguero descubre galerías subterráneas construidas por las hormigas Atta, llamadas así por ser expertas cortadoras de hojas, y cuyas reinas pueden alcanzar los 2,5 centímetros de longitud.
En los recorridos subterráneos se aprecia cómo las hormigas cultivan un hongo, práctica que mantienen desde hace 60 millones de años, por lo que se podría decir que son las primeras agricultoras de la historia.
En la exposición "Amueblando el hábitat. De la mano con la naturaleza", el visitante encuentra un termitero real y conoce la importancia que tienen estos seres vivos, portadores de bacterias descomponedoras de la celulosa que poseen los árboles que mueren.
Cráneos de jirafa, de hipopótamo, de elefante, de tigre e incluso de cocodrilo explican de qué forma los diferentes sistemas de dentición se adaptan al tipo de dieta que se posee.
En este sentido sorprende el caso del "ajolote", cuyo nombre proviene de la lengua Nahuatl utilizada por los antiguos Aztecas y que significa "Perro de Agua". Se trata de un anfibio fuera de lo común que ha quedado en estado de larva de manera permanente.
Los más curiosos podrán recorrer una galería de rarezas de animales que presentan malformaciones -una gallina con tres patas, un perro cíclope, un cordero con dos cuerpos- en la que pueden comprobar qué ocurre cuando un determinado gen no hace bien su trabajo. EFE

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