viernes, 10 de agosto de 2012

‘Urbanana’: ¿el trópico en París?



El jardín del futuro es una huerta. Útil y bella, a ser posible. ¿Qué pasaría si hubiera plataneras en el centro de París? El equipo de arquitectos del estudio SOA, liderado por Pierre Sartoux y Augustin Rosenstiehl, proponen “una iniciativa agrícola dentro del tejido urbano”. Su proyecto, denominado Urbanana, es un jardín vertical, un fértil invernadero insertado entre los edificios de una populosa ciudad. Entre los elegantes edificios parisinos se podría ubicar, sin romper la elegancia ni la estética solemne, una estructura verde de seis plantas, acristalada y transparente, que incluiría una zona de cultivo, un área expositiva, un restaurante y una tienda. Las plantas regalarían a los paseantes una oportunidad de comer con los ojos, una sensación respirable entre la grisura y contundencia del cemento y del asfalto; convivirían con las personas y estas podrían comer como producto local una de sus frutas preferidas, que viaja habitualmente a la metrópolis desde lugares tropicales remotos.
Precisamente la relación entre las frutas tropicales y las ciudades hambrientas de novedades que las consumen y que demandan la presencia en los mercados de los productos exóticos es una de las reflexiones que este colectivo francés de arquitectos quiere subrayar. Esa avidez del mercado occidental por las exquisiteces de otros mundos hace que los recolectores empaqueten un alimento que pierde por el camino la sabrosura que tiene en su lugar de origen. Sabores, texturas, historias… eso es lo que quieren servir estos arquitectos verdes con su Urbanana.

Lo rural no riñe con lo urbano, creen en SOA, que aparecieron en la escena arquitectónica en 2001 y llevan desde 2005 planteando distintas opciones de agricultura ciudadana, huertos verticales mimetizados con el skyline parisino, por los que han recibido varios galardones. En 2011 recibieron el premio Europa 40 que reconoce a los arquitectos y diseñadores emergentes menores de 40 años.
Para romper la densidad arquitectónica de la capital francesa, los profesionales de SOA plantan en sus proyectos de realidad virtual (que pugna por ser real) antenas verdes, patios que germinan, rascacielos como cactus… Interesados en la conservación medioambiental, el diseño, la sociología y el arte, estos arquitectos no tienen reparo en reconocer -como confiesan en su web- que les inspira "la poesía" y que quieren hacer realidad sueños y utopías. La filosofía de SOA quiere sembrar por las ciudades diseños “que simbolicen y propaguen el arte de vivir”.

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