sábado, 15 de septiembre de 2012

Aumentar texto Disminuir texto Versión imprimible Enviar a un amigo Un S.O.S. por los mares del mundo

El Caminante del Viento II terminó de darle la vuelta al mundo el 29 de mayo y, su capitán, Franco Ospina, cuenta que ese viaje confirmó lo enfermo que se encuentra el planeta.

Ya él se había ocupado de contar las aventuras vividas con Juliana Franco Cabal, primera oficial, esa joven que dejó el tenis por la navegación, desde su zarpe, en Santa Marta, en 2009.

Pero todo no era generación de adrenalina, desafío de las adversidades y buceo con tiburones. El periplo tenía un componente científico y otro ético. Revisar el estado y la temperatura de los mares, y la vida de los animales, así como llevar y traer un mensaje a la humanidad de la urgencia de tomar conciencia de cuidar el planeta, “porque no hay otro”, dice el capitán.

Las islas de plástico y la basura de ese material son preocupantes. “Ya va habiendo más plástico que plancton”, ese conjunto de organismos microscópicos, que vaga en aguas saladas o dulces hasta los 200 metros de profundidad, que sirve de comida a muchos seres vivos. Ya los animales comen esas partículas artificiales y, después, los humanos consumen esos peces, y el plástico se integra al organismo de hombres y mujeres.

La temperatura de las aguas ha aumentado y también el bióxido de carbono. “A veces, se ven peces muertos flotando, por estos cambios”. Lobos marinos y pingüinos han subido de los círculos polares hasta Ciudad del Cabo en busca de alimento. Y se han deteriorado los corales y las cadenas coralinas.

“Si la humanidad está tan preocupada por el daño del planeta, ¿por qué casi nadie hace nada para corregirlo? -Se pregunta Ospina-. El mundo se nos está desmoronando”.

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