La población reproductora de buitre leonado en la Comunitat Valenciana ha aumentado en los últimos años gracias a la implantación de un sistema de marcaje y seguimiento, que ha permitido que ya se hayan censado más de quinientas parejas de este ejemplar, que en los años 70 estuvo a punto de desaparecer.
Gracias a este sistema, la Conselleria de Infraestructuras,
Territorio y Medio Ambiente ha realizado censos y estudios de
comportamiento de la especie por los datos de movimiento y amplitud de
desplazamiento que ha recogido desde que en 2005 se implantó.
Así
se ha constatado que el buitre leonado ha vuelto a criar en las tres
provincias de la Comunitat Valenciana después de que hace cuarenta años
apenas hubiera tres parejas recluidas en el norte de Castellón, y
actualmente hay censadas 507 parejas, cifra que no se alcanzaba desde
antes de los años 50 del siglo pasado.
Según ha informado a EFE la
Conselleria de Medio Ambiente, la mayor población reproductora de esta
especie se concentra en la provincia de Castellón donde se ha constatado
la presencia de 469 parejas.
Estos datos han sido constatados
gracias al programa de captura y marcaje de ejemplares iniciado en 2005
en el comedero de Cinctorres, con anillas de PVC de lectura a distancia y
marcas alares. que también ha permitido recoger observaciones y
estudios de la especie para determinar la amplitud de sus
desplazamientos y trayectorias.
El sistema ha resultado altamente
efectivo, ya que de los 510 buitres capturados y marcado en los últimos
seis años, se ha podido controlar, al menos una vez tras su captura, al
88,8 %.
Los 453 ejemplares avistados fueron observados
posteriormente una media de entre 9,9 y 11,7 veces, mientras que de los
57 restantes que no fueron observados, treinta aparecieron muertos.
En
cuanto a los movimientos y la trayectoria, en seis años se ha
comprobado que los ejemplares controlados en la misma provincia de
Castellón han sido vistos en 2.342 ocasiones en la provincia de Teruel,
lo que demuestra una estrecha relación entre los buitres de ambos
territorios que comparten el Maestrazgo.
Pero además, los buitres
marcados en Castellón han sido avistados 50 veces en la provincia de
Lleida, 36 en Zaragoza y 11 en Tarragona, y en menor medida, en Ciudad
Real (10), Alicante (8) y Cáceres (7) e incluso en Francia o Suiza.
Con
la crisis de las vacas locas en el año 2000, se endureció la normativa
de eliminación de cadáveres, que prohibía dejarlos en el monte, en las
proximidades de las explotaciones o en muladares, donde estaban
disponibles para las aves carroñeras.
La amenaza para las aves
carroñeras que representaba la eliminación de los aportes ganaderos
-elemento principal de su dieta-, condujo a la aprobación de nueva
normativa estatal y autonómica que permitía el aporte controlado de
restos animales.
Instalados por iniciativa privada y pública,
estos comederos constituyen hoy en día una red que aporta de manera
regular alimento para los buitres y cubre el 40 % de las necesidades
tróficas de los buitres leonados que se mueven por las provincias de
Castellón y Teruel, lo que también ha permitido incrementar el número de
parejas reproductoras en la Comunitat.
En la provincia de
Valencia, el buitre leonado se extinguió como nidificante hace ya casi
50 años y no fue hasta el año pasado cuando la Societat Valenciana
d'Ornitologia, observó la primera reproducción de una pareja en la
comarca de los Serranos, donde este año ya se ha censado tres parejas.
Además,
como expansión del núcleo de Alicante, este año se han asentado dos
parejas en el extremo sur de la provincia, dentro de la Sierra de
Mariola.
Gracias al programa de reintroducción de la asociación
FAPAS-Alcoi en 2000, el buitre volvió a nidificar en la provincia en
2004 y este año, ha nidificado en tres puntos distintos con un total de
33 parejas. EFEverde
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