miércoles, 10 de octubre de 2012

La alteración del equilibrio biogeoquímico de los lagos de alta montaña

Esos efectos se reflejan, en concreto, en su composición química: los cambios en la circulación atmosférica han aumentado la llegada de polvo del Sáhara
 ECOticias.
Investigadores del CSIC y del CREAF demuestran que ha aumentado la proporción de fosforo en los lagos, a causa de cambios en la circulación atmosfèrica.  Los lagos de alta montaña en el Pirineo, entre 2.000 y 3.000 metros de altitud, también están resultando afectados por el impacto humano y el cambio global, tal como muestran Lluís Camarero y Jordi Catalan, investigadores del Observatorio Limnológico de los Pirineos del CSIC en un trabajo que se publica en Nature Communications
Esos efectos se reflejan, en concreto, en su composición química: los cambios en la circulación atmosférica han aumentado la llegada de polvo del Sáhara, lo cual ha incrementado la cantidad de fósforo atmosférico que se deposita en los lagos. Ese incremento ha comportado a su vez un crecimiento de fitoplancton, que consume el nitrógeno excedente en los lagos y lo lleva a unos niveles inesperadamente bajos. 
Todo el proceso, dicen los científicos, está llevando a cambios en el fitoplancton y en el equilibrio biogeoquímico de los lagos, y en última instancia a una eutrofización del sistema. Es, además, un ejemplo claro de cómo el impacto humano llega a lugares remotos y demuestra “la necesidad de considerar el impacto del cambio global sobre los ecosistemas desde una perspectiva integrada”. 
El delicado equilibrio nitrógeno-fósforo 
Para llevar a cabo el trabajo, los investigadores han recogido muestras de lagos de alta montaña de los Pirineos centrales y orientales, a una altitud media de 2.300 metros. En esta zona, en Vielha, está el Observatorio de Limnología de los Pirineos, unidad que pertenece al Centro de Estudios Avanzados de Blanes del CSIC pero que se encuentra físicamente en el Centre de Recerca de Alta Muntanya, de la Universidad de Barcelona. 
Parte del hallazgo del trabajo ha sido encontrar en los lagos unos niveles inesperadamente bajos de nitrógeno. Tal como explica Lluís Camarero, “el estado ‘natural’ de los lagos es una limitación del crecimiento del fitoplancton por nitrógeno”. Sin embargo, sigue explicando el experto, “desde los años 80 la comunidad científica está observando cómo el impacto humano ha aumentado la deposición de nitrógeno en los lagos y en la lluvia, lo que se traduce en fenómenos como la lluvia acida y, en los lagos, en la ruptura del equilibrio biogeoquímico”.
Por eso, los científicos esperaban hallar en los lagos del Pirineo altos niveles de nitrógeno. Sorprendentemente, lo que han hallado son niveles bajos. Eso es lo que ha conducido a los científicos a descubrir que la clave está en el aumento de fósforo, que conlleva el crecimiento del fitoplancton y las algas, las cuales absorben el nitrógeno excedente.
La proporción fósforo/nitrógeno es similar a los valores naturales, apunta Camarero, pero hay un aumento considerable de ambos elementos, lo que está conduciendo a un aumento de la productividad de los lagos y a su eutrofización, un proceso que puede llevar a cambios drásticos en la red trófica de estos ecosistemas tan frágiles.

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