jueves, 17 de enero de 2013

200.000 aves acuáticas invernan este año en el Delta del Ebro

Más de 200.000 aves invernan este año en el Parque Natural del Delta del Ebro, que ultima durante esta semana el censo de aves invernales acuáticas.


En la elaboración del censo colaboran unas cuarenta personas, entre técnicos, voluntarios y miembros de asociaciones de conservación, con el objetivo de evaluar el estado de las especies y certificar el impacto de la acción humana en el comportamiento de las aves.
El censo se realiza de forma coordinada y en las mismas fechas en todo el mundo. Y, aunque en el caso del Delta aún quedan por afrontar dos de las zonas con mayor volumen de patos, la isla de Buda y la punta de la Banya, todo indica que el recuento llegará a unas 200.000 aves, según han estimado hoy los técnicos del parque.
"Es difícil de saber ahora mismo", ha indicado el técnico Toni Curcó. "Todavía no llevamos contados ni la mitad de los patos, pero todo nos indica que nos encontramos ante un año normal, ni demasiado bueno, ni demasiado flojo", ha subrayado.
"Normalmente, incluyendo todos los grupos, excepto las gaviotas, que las contamos cada cuatro años, podemos hablar del orden de 200.000 ejemplares", que incluyen anátidas, flamencos, limícolas y otros grupos de aves acuáticas, según el Curcó.
El año pasado, la cifra llegó a los 236.789 ejemplares. Los más abundantes, los patos (100.000 ejemplares) y las fochas (34.000 ejemplares).
Por la dificultad de su recuento, las gaviotas y gavilanes sólo se recuentan cada cuatro años y, en el último censo, en 2011, se detectaron unos 50.000 ejemplares.
Los técnicos del parque también han podido observar en los últimos dos años cómo ha afectado el secado de los arrozales del hemidelta izquierdo en la lucha contra la plaga del caracol manzana, una medida que este año solo se ha implementado en parte.
"Ha sido uno de los factores en los que más nos hemos fijado y hemos visto que el comportamiento de algunas especies es diferente. Por ejemplo, en las marineras y las fredolugas, un contingente invernal muy alto han quedado en el hemidelta derecho y en otros, en cambio, ha bajado su presencia ", ha explicado Curcó.
En cuanto a los signos que evidencian los efectos del cambio climático, ha comentado que "todavía es muy difícil decir cómo afecta teniendo en cuenta solo esta zona húmeda, porque muchas veces las variaciones meteorológicas en el norte de Europa lo pueden cambiar todo".
"Pero lo que sí hemos comprobado -ha añadido- es que pájaros que eran estivales, cada vez, parece que sean más regulares y frecuentes en el Delta en invierno, por ejemplo la garcilla cangrejera", una especie que cría aquí en gran cantidad y que en invierno desaparecía.
Los últimos censos indican que hibernan "3, 5 o 7 ejemplares en el Delta", un hecho que también se da con la garza imperial.
El censo de aves invernales acuáticas en el Delta del Ebro se ha llevado a cabo durante las últimas dos semanas y, si las condiciones climatológicas lo permiten, terminará este viernes. EFE

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