sábado, 19 de enero de 2013

Guerrilla declara tregua en Filipinas por tifón


La guerrilla comunista de Filipinas anunció la suspensión de sus acciones armadas en las provincias del sur del país afectadas por el tifón "Bopha", mientras continúan las tareas de búsqueda de desaparecidos, informó la prensa local.

Las autoridades filipinas anunciaron que ya suman 647 los muertos causados por el tifón que asoló la semana pasada el centro y sur del archipiélago, mientras que 780 personas continúan desaparecidas y los heridos ascienden a más de mil 400.

El ilegalizado Partido Comunista de Filipinas (PCF) dijo que unidades del Nuevo Ejército del Pueblo (NEP), su brazo armado, han sido "los primeros en llevar a cabo operaciones de rescate y en asistir al pueblo ante esta calamidad", en un comunicado reproducido por la televisión GMA News.

"A la luz de consideraciones humanitarias urgentes, el NEP puede suspender temporalmente operaciones militares ofensivas contra las Fuerzas Armadas de Filipinas", indicó el PCF.

El "Bopha", que provocó severos corrimientos de tierra e inundaciones entre el martes y el jueves de la semana pasada, destruyó más de 25 mil viviendas, muchas de ellas chamizos, y afectó a otras 21 mil . Los daños en infraestructuras y agricultura ascienden a más de 7 millones de pesos (173,8 millones de dólares o 134,7 millones de euros).

Según el Consejo Nacional de Prevención y Respuesta a los Desastres hay 5,4 millones de afectados en 30 provincias y 302 mil personas que han perdido sus casas, aunque sólo 133 mil se encuentran en centros de evacuación.

En la nota, la organización comunista llamó a la comunidad internacional a proporcionar asistencia a las organizaciones de la población implicadas directamente en el desastre "para garantizar que la ayuda alcanza a la población".

También culpó al Gobierno del presidente filipino, Benigno Aquino, por "permitir que continúen grandes operaciones de minería a pesar del daño causado en el medio ambiente y que estas expongan la población a estas calamidades".

A pesar del anuncio de tregua el portavoz del Ejército filipino, el coronel Arnulfo Burgos, dijo al mismo canal de televisión que las fuerzas armadas mantendrán sus operaciones de seguridad.

"Negativo a la tregua. Sobre su declaración, si realmente quieren paz y estabilidad para nuestro país, y un progreso y desarrollo sin obstáculos, deberían abandonar la violencia armada que continúa dañando la paz de nuestros queridos ciudadanos", dijo Burgos.

El Nuevo Ejército del Pueblo cuenta en sus filas con unos seis mil combatientes y lleva 43 años alzado en armas en un conflicto que causa víctimas casi todas las semanas.

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