La huelga de basuras de Granada, cuyas calles acumulan cerca de 2.000 toneladas de residuos al cumplirse once días del conflicto laboral, transcurre entre las quejas de hosteleros y comerciantes, la advertencia del Ayuntamiento de recurrir al Ejército y negociaciones que no terminan de cuajar.
Se trata de la huelga de basuras más duradera de la ciudad de
Granada desde que Inagra ostenta la concesión de este servicio, hace 28
años, ha indicado a Efe el presidente del comité de empresa, Eduardo
Aragón.
La raíz del conflicto reside en el ajuste de 3,3 millones
de euros que la empresa dice haberse visto obligada a hacer entre el año
pasado y éste debido a la reducción del canon por parte del
Ayuntamiento, lo que ha llevado a Inagra a plantear una reducción
salarial que los trabajadores no están dispuestos a aceptar, unida a
otras medidas como la congelación del IPC y ampliación de jornada.
Aunque
en Andalucía las competencias sanitarias recaen sobre la Junta, en el
caso de Granada, Málaga y Sevilla están conferidas al Ayuntamiento, que
ya se ha pronunciado para advertir de que recurrirá a la Unidad Militar
de Emergencias del Ejército si el conflicto se agrava.
Al
conflicto se ha referido hoy la delegada del Gobierno central en
Andalucía, Carmen Crespo, quien ha subrayado la "colaboración total" del
Ejecutivo para "mejorar la situación de los ciudadanos" de Granada, e
interrogada sobre la advertencia del alcalde, José Torres Hurtado (PP),
de recurrir al Ejército, ha dicho que está "muy preocupado" por la
huelga.
En lo que sí ha vuelto a insistir hoy el Ayuntamiento es
en la necesidad de que se incrementen del 30 al 50 % los servicios
mínimos y se amplíen al entorno de los colegios las zonas cubiertas al
cien por cien -edificios sanitarios-.
Sobre esta petición no se va
a pronunciar hoy en cualquier caso la Junta, centrada en mediar en la
denuncia de los trabajadores sobre un supuesto abuso de estos servicios
por parte de la empresa.
El delegado de Empleo de la Junta, José
Antonio Aparicio, ha manifestado a Efe que de momento los servicios
mínimos están fijados conforme a la ley y que en su escrito solicitando
la ampliación de los mismos, el Ayuntamiento "no pone en evidencia un
riesgo -de insalubridad- distinto al de hace cuarenta y ocho horas".
Entre
la ciudadanía hay cierta comprensión generalizada sobre la protesta de
los trabajadores, pero once días de huelga empiezan a calar y son muchos
los que creen que "todo tiene un límite", según han declarado a Efe
algunos vecinos.
Las principales quejas llegan no obstante de los
comerciantes y el sector hotelero, que aseguran que sus negocios
empiezan a resentirse, especialmente en una ciudad en la que el turismo,
con la Alhambra como principal reclamo, constituye uno de sus más
importantes pilares económicos.
Miriam Expósito, directora del
Room Mate Leo, un céntrico hotel de Granada, ha asegurado hoy a Efe que
ya han recibido llamadas de clientes pidiéndoles posponer las reservas
debido a la huelga.
Los comerciantes también han alzado la voz
para pedir que, al igual que se está haciendo con los mercadillos de
venta ambulante, se limpien los residuos del entorno de los comercios.
Además,
el Centro Comercial Abierto y las principales asociaciones
empresariales de la ciudad han llegado a solicitar al Ayuntamiento la
exención de la tasa municipal por la recogida de basuras proporcional a
los días en los que se mantenga la huelga.
Al respecto, el
concejal de Medio Ambiente, Juan Antonio Mérida (PP), ha dicho hoy a los
periodistas que la prioridad ahora mismo es que se solucione el
conflicto: "A partir de ahí habrá tiempo de hablar y de discutir lo que
sea pertinente", ha agregado.
La acumulación de residuos ha dejado
estos días una imagen poco habitual en los principales referentes
turísticos de la ciudad, como algunos puntos del Paseo de los Tristes, a
las faldas de la Alhambra, o el entorno de la Catedral, en el centro de
Granada.
De momento, las partes volverán a sentarse a las 16.00
horas de hoy bajo la mediación del Sercla para retomar la reunión que
anoche concluyó sin acuerdo pero que para los trabajadores constituyó el
primer "intento serio de negociación". EFE
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