lunes, 21 de enero de 2013

Las actividades de los microorganismos del suelo liberan diez veces más dióxido de carbono que las actividades humanas. Históricamente
 ECOticias.
Las temperaturas más cálidas a causa del cambio climático pueden provocar que los suelos liberen más carbono a la atmósfera, aumentando así el propio cambio climático, pero este efecto disminuye en el largo plazo, según concluye un nuevo estudio publicado en la revista 'Nature Climate Change'. La investigación, de la Universidad de New Hampshire (Estados Unidos), arroja más luz sobre cómo los microorganismos del suelo responden a la temperatura y podría ayudar a mejorar las predicciones acerca de cómo el calentamiento global afectará al dióxido de carbono en el flujo de los suelos.
   Las actividades de los microorganismos del suelo liberan diez veces más dióxido de carbono que las actividades humanas. Históricamente, esta liberación de dióxido de carbono se ha mantenido a raya por la absorción por parte de las plantas de los gases de la atmósfera, pero las actividades humanas potencialmente alteran este equilibrio.
   El profesor Serita Frey, de la Universidad de New Hampshire, y los coautores Johan Six y Juhwan Lee, de la Universidad de California en Davis, y Jerry Melillo, del Laboratorio de Biología Marina, estudiaron cómo el aumento de las temperaturas por el cambio climático podría alterar la cantidad de carbono liberado por los suelos. "A pesar de que son bajos en la escala carisma, los microorganismos del suelo son críticamente importantes para el balance de carbono de la atmósfera", dice Frey.
   Los investigadores examinaron la eficacia de los organismos del suelo, cómo utilizan fuentes de alimento para mantener su maquinaria celular, dependiendo de la fuente de alimento y la temperatura en dos escenarios diferentes, y encontraron que en la primera situación a corto plazo el calentamiento de las temperaturas tuvieron poco efecto sobre la capacidad de los suelos para utilizar la glucosa, una fuente de alimento sencillo liberado de las raíces de las plantas. Para fenol, una fuente de alimento más complejo común en la descomposición de la madera o las hojas, los suelos mostraron una caída del 60 por ciento en la eficiencia a temperaturas más altas.
   "A medida que aumenta la temperatura, disminuye la eficiencia, es decir, los microorganismos del suelo liberan más dióxido de carbono a la atmósfera, pero sólo para las fuentes de alimentación más complejas", explica Frey. Así, destaca que se podría inferir que "a medida que se calienta el suelo, más dióxido de carbono se libera a la atmósfera, exacerbando el problema del cambio climático".
   Este efecto disminuye, sin embargo, en el segundo escenario, en el que los suelos se calentaron cinco grados Celsius por encima de la temperatura ambiente durante 18 años. "Cuando el suelo se calienta para simular el calentamiento climático, hemos visto un cambio en la comunidad para ser más eficientes en el largo plazo", argumenta Frey, añadiendo que disminuye la cantidad de dióxido de carbono liberada por suelos a la atmósfera y, a su vez, su impacto en el clima. "La respuesta de retroalimentación positiva puede no ser tan fuerte como habíamos previsto", agrega.
   El equipo de investigación también examinó cómo los cambios en la eficiencia de los microorganismos del suelo pueden influir en el almacenamiento a largo plazo del carbono en los suelos como fue predicho por un modelo de ecosistema de uso común. Los modelos de este tipo se utilizan para simular la dinámica de los ecosistemas de carbono en respuesta a distintas perturbaciones, tales como el cambio de uso del suelo y el calentamiento climático.
   Estos modelos asumen generalmente que la eficiencia es fija y que no cambia con la temperatura u otras condiciones ambientales y el equipo encontró un gran efecto a largo plazo de almacenamiento de carbono del suelo como lo predice el modelo cuando se varía la eficiencia de carbono de una manera comparable a lo que se observó en sus experimentos. "Hay una clara necesidad de nuevos modelos que incorporan un parámetro de eficiencia que puede fluctuar en respuesta a la temperatura y otras variables ambientales", señala Six.
   Los investigadores tienen la hipótesis de que a largo plazo el calentamiento puede cambiar la comunidad de microorganismos del suelo para que sea más eficiente. Adaptación del organismo, el cambio en las especies que componen los suelos y/o cambios en la disponibilidad de diferentes nutrientes podrían dar como resultado este aumento de la eficiencia.

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