Las
actividades de los microorganismos del suelo liberan diez veces más
dióxido de carbono que las actividades humanas. Históricamente
ECOticias.
Las temperaturas más cálidas a causa del cambio climático
pueden provocar que los suelos liberen más carbono a la atmósfera,
aumentando así el propio cambio climático, pero este efecto disminuye
en el largo plazo, según concluye un nuevo estudio publicado en la
revista 'Nature Climate Change'. La investigación, de la Universidad de
New Hampshire (Estados Unidos), arroja más luz sobre cómo los
microorganismos del suelo responden a la temperatura y podría ayudar a
mejorar las predicciones acerca de cómo el calentamiento global
afectará al dióxido de carbono en el flujo de los suelos.
Las actividades de los microorganismos del suelo liberan diez
veces más dióxido de carbono que las actividades humanas.
Históricamente, esta liberación de dióxido de carbono se ha mantenido a
raya por la absorción por parte de las plantas de los gases de la
atmósfera, pero las actividades humanas potencialmente alteran este
equilibrio.
El profesor Serita Frey, de la Universidad de New
Hampshire, y los coautores Johan Six y Juhwan Lee, de la Universidad
de California en Davis, y Jerry Melillo, del Laboratorio de Biología
Marina, estudiaron cómo el aumento de las temperaturas por el cambio
climático podría alterar la cantidad de carbono liberado por los suelos.
"A pesar de que son bajos en la escala carisma, los microorganismos
del suelo son críticamente importantes para el balance de carbono de la
atmósfera", dice Frey.
Los investigadores examinaron la eficacia de los organismos del
suelo, cómo utilizan fuentes de alimento para mantener su maquinaria
celular, dependiendo de la fuente de alimento y la temperatura en dos
escenarios diferentes, y encontraron que en la primera situación a corto
plazo el calentamiento de las temperaturas tuvieron poco efecto sobre
la capacidad de los suelos para utilizar la glucosa, una fuente de
alimento sencillo liberado de las raíces de las plantas. Para fenol, una
fuente de alimento más complejo común en la descomposición de la
madera o las hojas, los suelos mostraron una caída del 60 por ciento en
la eficiencia a temperaturas más altas.
"A medida que aumenta la temperatura, disminuye la eficiencia, es
decir, los microorganismos del suelo liberan más dióxido de carbono a
la atmósfera, pero sólo para las fuentes de alimentación más
complejas", explica Frey. Así, destaca que se podría inferir que "a
medida que se calienta el suelo, más dióxido de carbono se libera a la
atmósfera, exacerbando el problema del cambio climático".
Este efecto disminuye, sin embargo, en el segundo escenario, en el
que los suelos se calentaron cinco grados Celsius por encima de la
temperatura ambiente durante 18 años. "Cuando el suelo se calienta para
simular el calentamiento climático, hemos visto un cambio en la
comunidad para ser más eficientes en el largo plazo", argumenta Frey,
añadiendo que disminuye la cantidad de dióxido de carbono liberada por
suelos a la atmósfera y, a su vez, su impacto en el clima. "La respuesta de retroalimentación positiva puede no ser tan fuerte como habíamos previsto", agrega.
El equipo de investigación también examinó cómo los cambios en la
eficiencia de los microorganismos del suelo pueden influir en el
almacenamiento a largo plazo del carbono en los suelos como fue predicho
por un modelo de ecosistema de uso común. Los modelos de este tipo se
utilizan para simular la dinámica de los ecosistemas de carbono en
respuesta a distintas perturbaciones, tales como el cambio de uso del
suelo y el calentamiento climático.
Estos modelos asumen generalmente que la eficiencia es fija y que
no cambia con la temperatura u otras condiciones ambientales y el
equipo encontró un gran efecto a largo plazo de almacenamiento de
carbono del suelo como lo predice el modelo cuando se varía la
eficiencia de carbono de una manera comparable a lo que se observó en
sus experimentos. "Hay una clara necesidad de nuevos modelos que
incorporan un parámetro de eficiencia que puede fluctuar en respuesta a
la temperatura y otras variables ambientales", señala Six.
Los investigadores tienen la hipótesis de que a largo plazo el
calentamiento puede cambiar la comunidad de microorganismos del suelo
para que sea más eficiente. Adaptación del organismo, el cambio en las
especies que componen los suelos y/o cambios en la disponibilidad de
diferentes nutrientes podrían dar como resultado este aumento de la
eficiencia.
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