La búsqueda de hidrocarburos no cesa en Girona. Si las prospecciones
en tierra firme para hallar yacimientos explotables con la técnica de la
fractura hidráulica —fracking, que inyecta agua y productos
químicos a presión en el subsuelo para fracturarlo— tienen preocupados a
vecinos y ecologistas, ahora es el fondo marino el objeto de deseo de
una multinacional. Una empresa con sede en Escocia ha solicitado permiso
al Ministerio de Industria para investigar la presencia de gas y
petróleo en una enorme área del Mediterráneo de unos 11.500 kilómetros
cuadrados frente a la costa catalana. Ese espacio estaría mar adentro y
comprendido entre las dos líneas imaginarias que pueden dibujarse hacia
el este desde la frontera con Francia y L’Estartit.
La empresa Capricorn Spain, SL, filial de la británica Cairn,
solicitó en julio de 2011 una docena de permisos de prospección de
hidrocarburos, publicados ayer en el Boletín Oficial del Estado
(BOE) por la Dirección General de Política Energética y Minas del
ministerio. Es el primer paso para poder investigar el fondo marino con
estudios sísmicos, un procedimiento que usa ondas acústicas para lograr
una imagen en tres dimensiones e identificar el mejor lugar para los
pozos de exploración.
“Esta técnica afecta gravemente a los peces, cefalópodos y al coral”,
denuncia Enric Cortiñas, presidente de Naturalistas de Girona. El
procedimiento consiste en crear explosiones con un cañón de aire
comprimido desde un barco y captar el rebote de las ondas en el fondo
marino. Los ecologistas, preocupados también por el impacto sobre la
población protegida de cetáceos que transita la zona, anunciaron que
presentarán alegaciones. “Haremos todo lo posible para detener estas
prácticas nocivas para el medio ambiente y la diversidad”, declaró
Albert López, del Proyecto Ninam, una iniciativa dedicada a la
protección de los delfines que habitan en el Cap de Creus.
No es la primera vez que una empresa solicita permisos para
investigar la presencia de hidrocarburos en la zona. Una multinacional
noruega, Seabird Corporation, anunció hace poco más de un año su
intención de explorar una gran área entre el Cap de Creus y las islas
Baleares en busca de gas y petróleo. El procedimiento está paralizado
por las alegaciones presentadas por diversas entidades ecologistas.
Cairn, empresa matriz de Capricorn que cotiza en la Bolsa de Londres,
cuenta desde enero de 2011 con otro permiso para explorar 3.900
kilómetros cuadrados en el golfo de Valencia, a medio camino entre
Valencia e Ibiza. La empresa “tiene una gran experiencia” en este tipo
de exploraciones y muestra un “gran interés” en la región del
Mediterráneo, afirmó una misma portavoz.
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