Este mismo año España comenzará a tratar y reciclar las baterías que
dominarán el mercado en los próximos años. La multinacional francesa
Recupyl construirá en Azuqueca de Henares (Guadalajara) la primera
planta en nuestro país de reciclado de acumuladores de litio-ion,
utilizados en ordenadores, teléfonos móviles, libros electrónicos,
cámaras digitales o tabletas, además de en coches eléctricos. Solo
Alemania cuenta con una instalación similar en Europa. La previsión de
su gestión adecuada es fundamental para prevenir el descontrol y el
comercio ilícito que se da con otros residuos electrónicos.
José Álvarez, director general de Recupyl España, filial de la
compañía francesa que ya cuenta con plantas de este tipo en Singapur y
Estados Unidos, confirma que “en noviembre del pasado 2012 recibimos
desde la Dirección General de Calidad e Impacto Ambiental de la Junta de
Comunidades de Castilla-La Mancha la autorización para instalar la
planta en Guadalajara”. En la actualidad no existen en España empresas
que produzcan ni reciclen las baterías de litio-ion. Todas ellas son
recargables, pero el incremento de su uso y la caducidad de la recarga
harán que se conviertan en elementos indispensables para reciclar y
recuperar, principalmente por el contenido en metales de gran valor y
las sustancias tóxicas que contienen: cobalto, litio, manganeso, hierro…
Según datos del Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente
durante 2010 se pusieron a la venta en España 13.026 toneladas de pilas
y acumuladores de todo tipo, de las que se recogieron de manera
selectiva 3.320 toneladas. Se supera así el 25%, el objetivo exigido por
la normativa europea y estatal para 2011. Desde el Magrama adelantan
que, con los datos recabados hasta el momento, “el porcentaje de
recogida de 2011 podría alcanzar el 29%”. La misma directiva exige que
en 2015 se llegue al 45%. Sin embargo, no se ofrecen datos específicos
sobre las baterías de litio-ión. En Recupyl España calculan que la venta
ronda las 500 toneladas. Pero ni ellos ni Ecopilas, el principal
sistema de gestión de pilas y baterías usadas de España, se animan a dar
cifras de recogida.
Todos los acumuladores de litio-ion salen fuera de nuestras fronteras
para su posterior tratamiento y reciclaje. La mayoría acaban en la
planta alemana de la compañía Accurec, que tiene una capacidad de
gestión de 4.000 toneladas al año. La instalación que se ubicará en
Azuqueca de Henares contará con una capacidad de 3.000 t/año. Ahora
mismo ya realizan el tratamiento de pilas y baterías convencionales
(salinas y alcalinas), aunque el proceso principal de reciclaje, el de
la masa negra (70% del contenido, formado por metales no férricos), lo
realiza Befesa. “En el caso de las de litio-ion haremos todo el proceso
aquí, incluida la recuperación final del cobalto y el litio, al
incorporar el mismo sistema patentado por Recupyl que ya emplea en las
plantas de Singapur y Estados Unidos”, explica José Álvarez.
En Azuqueca de Henares se hará una primera inversión de entre 500.000
y 800.000 euros para poner en marcha la instalación, con la intención
de que entre en funcionamiento antes de que acabe el primer semestre de
2013 y emplee a doce personas, el doble de las que actualmente trabajan
en la planta.
Con antelación, Cegasa anunció la futura producción en España de
baterías de litio/ion para automóviles eléctricos, aunque ponen unos
plazos más largos para su puesta de largo. “La planta piloto ya está
instalada y estamos trabajando con proveedores de las máquinas, pero el
gran volumen de inversión que requiere hace que no pensemos en la
producción comercial hasta dentro de dos años”, aseguran en Cegasa.
Añaden que se centrarán solo en grandes sistemas de almacenamiento y
baterías de coches eléctricos, ya que “la competencia con el mercado
asiático para sistemas más pequeños hace inviable la inversión”.
José Pérez, presidente de Ecopilas, añade que el reciclado debe estar
muy bien estudiado porque “se trata de las baterías más sofisticadas
que hay en el mercado y cada fabricante tiene casi su propia tecnología,
por lo que resulta muy difícil establecer un estándar de reciclado”.
También hay que contar con la confirmación de las expectativas de
crecimiento del mercado. Aunque España mandó a la Comisión Europea un
cálculo de vehículos eléctricos en funcionamiento en 2020 que llega a
los 2,5 millones de coches circulando, las cifras de ventas más
recientes no hacen presagiar que se cumpla. En concreto, el Plan de
Acción del Vehículo Eléctrico 2010-2012 (Movele) pronosticaba que para
2014 habría 250.000 en circulación y que en 2012 se vendieran 50.000.
Según el Instituto de Estudios de Automoción se vendieron 437 y 10.077
híbridos (motor convencional más batería eléctrica). En Recupyl añaden
que a su planta llegarán las baterías de muchas partes de Europa, no
solo de España.
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