Italia
cumple con el objetivo pactado en el Protocolo de Kioto, al haber
disminuido sus emisiones de gases de efecto invernadero en un 7 % de
media durante el periodo 2008-2012, medio punto más de lo fijado (6,5
%), según el "Dossier Kyoto 2013" presentado hoy por la Fundación de
Desarrollo Sostenible.
De acuerdo con este estudio, la media anual de las emisiones de
Italia equivale a 480 millones de toneladas de CO2, tres millones menos
de los niveles pactados en Kioto, que se fijaron en 483,3 toneladas.
El Protocolo de Kioto,
uno de los hitos en la lucha contra el cambio climático, establecía
objetivos de reducción de las emisiones para 37 países industrializados y
la Unión Europea,
que reconocieron ser los principales responsables de los altos niveles
de gases de efecto invernadero existentes en la atmósfera, como
consecuencia de la utilización de combustibles fósiles durante más de
150 años.
"Haber alcanzado los objetivos estipulados por el
protocolo es un hecho importante para Italia, una indicación puntual
incentivada por el proceso que ha llevado a cabo la industria de nuestro
país y que le ha animado a abandonar progresivamente el uso del
carbón", afirmó hoy el ministro italiano de Medio Ambiente, Corrado
Clini.
No obstante, reconoció que la reducción de las emisiones en
los últimos años se debe, "en cierta medida", a la contracción de la
actividad industrial como consecuencia de la crisis económica.
El
informe "Dossier Kyoto 2013" recoge los diferentes estudios llevados a
cabo durante la etapa en vigor del protocolo, firmado en 1997 y que
finalizó su primer periodo en 2012.
Según el presidente de la
Fundación de Desarrollo Sostenible, Edo Ronchi, las emisiones de gases
de efecto invernadero en Italia durante 2012 fueron 20 millones de
toneladas menores que el año anterior.
El reto para Italia, subraya la Fundación, es seguir las indicaciones del programa "Roadmap 2050",
aprobado el 15 de diciembre de 2011 por la Comisión Europea y que insta
a los Estados miembros a reducir sus niveles de emisiones entre un 80 y
un 95 % entre 1990 y 2015. EFE
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