lunes, 11 de febrero de 2013

Pobres bosques centenarios

Lamentablemente, ese Inventario, como tantos otros trabajos importantes para la conservación del patrimonio natural, pagados con dinero público, no dio pie a medidas de protección, quedó guardado

El impacto de la crisis económica, la ignorancia y la irresponsabilidad tienen en la destrucción de los contados bosques centenarios que permanecen
Entre 2009-10 el Centro de Investigaciones y Aplicaciones Forestales, de la Universidad Autónoma de Barcelona, ​​llevó a cabo, por encargo del desaparecido Departamento de Medio Ambiente y Vivienda, un inventario de bosques singulares de Cataluña, entre los que se cuentan los pequeños bosques centenarios (en términos ecológicos diríamos maduros o premadurs) que nos restan. Los su propósito era "catalogar los mejores bosques a escala comarcal y de país, atendiendo a los diversos usos y valores del bosque".
Lamentablemente, ese Inventario, como tantos otros trabajos importantes para la conservación del patrimonio natural, pagados con dinero público, no dio pie a medidas de protección, quedó guardado, no se ha hecho asequible por internet, ni se enviar a las oficinas territoriales de la administración forestal.
Aquel inventario incluía diversos tipos de bosques singulares, entre los que destacan, por su valor científico y ecológico, los bosques viejos o centenarios, de los cuales inventarió unos 200 seleccionados como representativos de la diversidad forestal de Cataluña, la superficie total de los cuales es, sólo, de 3.200 ha. Se trata de rodales pequeños, generalmente inferiores a 10 ha, enclavados dentro de bosques mediocres, que se han entregado de las talas forestales y los incendios desde hace siglos, y que por ello tienen una valía científica, ecológica y estética excepcionales.
Ahora bien, resulta que prácticamente el 80% de la superficie de estos bosques venerables está fuera de espacios naturales de protección especial, y sólo está efectivamente protegido un 10%, en números redondos. Efectivamente, significa que han sido declarados reservas naturales, o que se ha adquirido para protegerlo o, al menos, se han adquirido los derechos de talla, mediante algún acuerdo de custodia con la propiedad. Por tanto, la mayor parte (90%) de la superficie de bosques centenarios de nuestro país se encuentra desprotegida, a efectos prácticos, aunque sean dentro de del Plan de espacios de interés natural o de la red Natura 2000.
La mayoría de estos bosques centenarios desprotegidos son de propiedad privada. La crisis económica ha hecho reactivar la actividad forestal, que había decaído mucho antes del 2008, pero como los precios hacen poco viable el aprovechamiento forestal de la mayoría de bosques del país, el propietarios piden autorización para cortar los bosques centenarios más asequibles , o para ejecutar el plan técnico simple de gestión forestal, que muy a menudo ni los considera. Cuando esto ocurre, reciben el permiso sin problemas y los cortan, para obtener un beneficio del todo legítimo. Resultado: se estima que, aproximadamente, la tercera parte de los bosques viejos que figuraban incluidos en el Inventario del CREAF han sido cortados. Esto no quiere decir que haya desaparecido el bosque, sino que ha perdido el valor excepcional que tenía antes, un valor que no es recuperable a la escala de nuestras vidas, ni de nuestros nietos, porque era el resultado de siglos.
La comarca de la Garrotxa es la que tiene más superficie forestal autóctona de Cataluña y fue la primera donde, en el año 2004, la Institución Catalana de Historia Natural inventariar los bosques maduros Pues bien, según los autores del inventario comarcal , estos últimos cinco años se han cortado prácticamente todos los bosques centenarios que quedaban fuera del parque natural de la zona volcánica de la Garrotxa con una sola excepción, que se pudo salvar in extremis: 15 debe un magnífico hayedo centenario , en Bac de las Olletes, dentro del Espacio de Interés Natural del Collsacabra.
Qué impacto ha tenido la talla de estos bosques centenarios en la biodiversidad? Podemos suponer que alto, pero hay que reconocer que ignora, porque la mayor parte de estos bosques excepcionales han sido cortados antes de que se hubieran hecho inventarios. Sin embargo, en los pocos casos que se habían hecho prospecciones científicas, habían aparecido casi siempre especies nuevas para la comarca o país, a veces incluso para la ciencia. Siguiendo con ejemplo de la Garrotxa, un solo estudio de los líquenes presentes en tres rodales de encinas viejos a realizado en 2007 por los botánicos E. Lobo, A. Llongan y A. Gómez-Bolea, de la Universidad de Barcelona, ​​identificó un total de 112 especies de líquenes diferentes, de las cuales 45 eran desconocidas en la Garrotxa.
Cómo es posible que una pérdida de esta magnitud haya convertido legal? Sencillamente, porque vivimos en una sociedad donde la visión reduccionista que aún impera no va más allá de considerar que en estos bosques venerables "ya les había llegado el turno del aprovechamiento", y es ciega a cualquier otro valor distinto del de la madera , la leña o la biomasa ... como los valores científicos, estéticos, simbólicos, espirituales, además del valor que tienen para la salud ... que, sin embargo, reconocen la mayoría de personas sensibles a la belleza majestuosa y los bosques centenarios. Unos valores que, con un poco de creatividad, podrían generar unos beneficios económicos muy superiores que los que da su tala, como demuestran tantas iniciativas desarrolladas en el centro de Europa.
Hasta aquí el problema. Examinemos ahora posibles soluciones. Una de las vías más efectivas puede ser la que indica el Reglamento Comunitario de Desarrollo Rural: la compensación económica de los derechos de tala en lugares de gran valor ecológico, vía que se aplica en toda la Unión Europea, pero no en Cataluña en estos momentos . Esta es la vía que la Red de Custodia de Territorio, y las entidades a ella vinculadas, se esfuerzan por impulsar desde hace años. Si se hiciera así, cuánto valdría proteger estos bosques venerables, comprando los derechos de talla a los propietarios que no tengan interés en conservarlos?
Tenemos una buena referencia: las compensaciones que la Diputación de Girona pagó por medio del programa Sèlvans cuando adquirió los derechos de tala de una cincuentena de rodales forestales maduros de la demarcación gerundense para crear mircroreserves forestales, que subían entre 1000-2000 euros / ha. Por consiguiente, se puede estimar que con unos 4-5 millones de euros se podrían comprar todos los derechos de talla-por 25 años, sino más-de todos los bosques centenarios amenazados que quedan en Cataluña. El impedimento no es, pues, económico, sino de otro tipo de miseria.
Si las tendencias actuales siguen adelante, y el proceso soberanista sigue su camino, nos podríamos encontrar que cuando Cataluña se convierta en un estado-independiente, interdependiente o federado-la mayoría de nuestros bosques centenarios, testigos venerables que han sobrevivido de antes de la infausto Decreto de Nueva Planta hayan está cortados, por inconsciencia de unos, ignorancia de los demás y pasividad de aquellos que podrían haber evitado!

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