El universo y el cerebro tienen cosas en común y ambos son abrumadores: "cien mil millones de galaxias fuera, cien mil millones de neuronas dentro", según el profesor de Física en la Universidad Autónoma de Barcelona David Jou, quien asegura que el cerebro es "mucho más complicado" que el cosmos.
Así lo señala a Efe este físico y poeta, quien impartió este
jueves la charla "Cerebro y universo. Dos cosmologías" en el ciclo de
conferencias de ciencia y sociedad de la Fundación Banco Santander.
Para
este científico, es mucho más complicado el cerebro por tres motivos:
"las neuronas interaccionan de formas mucho más diversas que las
galaxias; la geometría del cerebro es mucho más complicada y en éste
surgen funciones emergentes de conjuntos de neuronas -el pensamiento,
por ejemplo- que no surgen de conjuntos de galaxias".
Ambos tienen una "dinámica galopante"
Jou
explica, además, que ambos experimentan su propia "dinámica galopante":
la expansión cósmica y el desarrollo del cerebro durante la gestación.
"En
ambos casos fijamos nuestra atención sobre una parte pequeña de su
contenido y en los dos técnicas físicas recientes de observación nos
están permitiendo grandes progresos", indica.
Jou, quien ha
recibido, entre otros, el premio de investigación Rey Juan Carlos I,
afirma que la física atrae con "pasión metódica y sistemática a unos
cuantos y con pasión desordenada y esporádica a muchos más".
"Hace
40 años que me dedico a la física y me sigue apasionando", relata este
científico, quien admite que nunca trataría de convencer a un
adolescente que aún no ha elegido carrera, pero sí le explicaría "lo
maravilloso que es preguntarse por el mundo a través de la física".
No
obstante, manifiesta que faltan vocaciones científicas y, "más todavía,
falta la tradición de iniciativa tecnológica y empresarial que sepa
convertir esas vocaciones en una fuente de riqueza para todos".
Recortes en I+D+i
En
cuanto a los recortes en ciencia, este físico subraya que se está
desmontando una parte importante de lo logrado en los últimos 30 años.
"Costará
muchísimo recuperarlo", remacha Jou, quien agrega que "fue irracional
endeudarse tanto. Ahora es irracional querer reducir el déficit a cero
en cuatro o cinco años".
A su juicio, "si se diera a ese objetivo
-que comparto totalmente- cuatro años más y los esfuerzos se repartieran
con justicia, no habría esa inmensa destrucción, ese gran sufrimiento".
Además de científico, Jou es poeta; publicó su primer libro a los 17 años.
Desde entonces han visto la luz más de 20 -unos 1.200 poemas-, un centenar de los cuales traducidos a diversas lenguas.
Ha escrito poesía científica, religiosa, metafísica, amorosa, cívica y sobre cine o viajes, entre otros temas.
Jou opina que ciencia y letras siguen estando demasiado separadas y relacionarlas más no se debe ver como una obligación, "sino como un placer para el conocimiento y un estímulo para las preguntas y el diálogo con los otros y el mundo".
Jou opina que ciencia y letras siguen estando demasiado separadas y relacionarlas más no se debe ver como una obligación, "sino como un placer para el conocimiento y un estímulo para las preguntas y el diálogo con los otros y el mundo".
Poesía científica
Este experto apunta que, en su caso, ciencia, poesía y religión han convivido "apaciblemente y apasionadamente a veces".
"Creo
que ver el mundo desde diversas lógicas -científica, estética,
espiritual- hace que se establezcan preguntas que desde una sola lógica
tal vez no se formularían", concluye Jou, quien remarca: "la ciencia es
maravillosa, pero, al menos por ahora, no lo responde todo ni lo expresa
todo. Lo importante es que se sorprenda de todo". EFEfuturo
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