domingo, 10 de marzo de 2013

El último remanso de paz para monos maltratados

Más de cien primates de veinticinco especies, procedentes del tráfico ilegal, de zoológicos, circos o incautaciones, habitan en un enclave de la zona norte de Madrid, considerado el último recinto de paz para monos cuya existencia ha estado marcada por un maltrato físico y psicológico.


Este santuario de primates, el más importante de España y el segundo de Europa, es el Centro de Conservación de Primates Rainfer y lo dirige el biólogo, Guillermo Bustelo, acostumbrado desde hace 20 años a lidiar con orangutanes y lemures cuyas pautas de conducta han sido pervertidas por años de cautiverio.
"Muchos de ellos, adquiridos de manera ilegal para ser utilizados como mascotas, llegan en un estado lamentable con taras psicológicas, deprimidos o con movimientos rutinarios, por lo que necesitan un periodo de rehabilitación y adaptación antes de integrarlos en el resto de los grupos sociales", ha explicado Bustelo.
Unos 140 primates entre chimpancés, lemures, gibones, orangutanes y capuchinos forman el bullicioso grupo de monos del recinto; su subvención depende de aportaciones privadas, aunque el Ministerio de Medio Ambiente y diferentes universidades contribuyen con pequeñas cantidades.
Bustelo, que mantiene una estrecha amistad con la primatóloga y asidua visitante de Rainfer, Jane Goodall, ha criticado el uso de macacos en experimentación e investigación en laboratorios, por ser sometidos a unos "experimentos atroces", como abrasivos en la piel, el uso de electrodos o ingesta de detergentes que "no sirven para nada".
Al final de estos experimentos el animal muere con una gran agonía y sufrimiento, ya que según está comprobado que el nivel de sufrimiento está relacionado con el nivel de inteligencia y estos monos son muy listos, ha detallado.
"Es un tema muy grave que suele pasar desapercibido para la opinión pública por el secretismo con el que trabajan los laboratorios".
En cuanto a los grandes simios, Bustelo ha explicado que no son objetivo de estos estudios ya que tienen un tamaño "muy grande y son difíciles de manejar".
Por eso solo se le utiliza en el mundo de la publicidad o en algunas películas en las que previamente son drogados o maltratados para que hagan determinados gestos: un ejemplo, "la sonrisa de los chimpancés no es sonrisa como tal sino la cara de pánico del propio mono"·
Sin embargo, han desaparecido de los espectáculos circenses, ha apostillado el primatólogo.
Entre los "habitantes" de Rainfer una de las grandes estrellas es Boris, un orangután puro de Borneo, nacido en cautividad en 1981 en un zoo de Rhenen (Holanda) y cuyos padres, Bongo y Sjaan, fueron capturados en libertad.
Cuando era un "bebé" fue comprado por unos particulares que le utilizaron durante años en el mundo del espectáculo para pasar después por diferentes zoológicos, hasta que en 2008 llegó a Rainfer tras la clausura del antiguo zoo de Valencia.
Debido a que es una especie protegida en alto riesgo de extinción, Boris se encuentra incluido en el EEP (Programa de Especie en Extinción).
El Centro realiza estudios etológicos en colaboración con varias universidades y participa en programas de cría en cautividad de especies amenazadas y en trabajos para la divulgación, enseñanza y educación. EFEverde

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