Endesa
registró un beneficio neto consolidado de 2.034 millones de Euros,
Iberdrola cerró con un beneficio de 2.840,7 millones de Euros y Gas
Natural Fenosa logró un beneficio neto de 1.441 millones de Euros.
ECOticias.
En 2012, un año catastrófico para la economía y para el conjunto
de la sociedad española, las compañías eléctricas ganaron 6.316
millones de Euros. Estas empresas acumulan en los últimos 10
años 49.652 millones de Euros en ganancias, frente a los 30.000
millones de déficit de tarifa acumulados durante este mismo periodo y que adeudamos los españoles a estas empresas. Todo ello a pesar de que el precio de la luz se nos ha incrementado en un 81,4 % en los últimos 10 años,
siendo los españoles los ciudadanos de la UE que más cara pagamos la
factura de la luz y los únicos que hemos endeudado a las generaciones
venideras con un supuesto déficit tarifario que a juicio de la propia Comisión Europa
es fruto de "Una competencia insuficiente en el sector energético que
ha contribuido a la constitución del déficit tarifario al favorecer una
compensación excesiva de algunas infraestructuras, tales como centrales
nucleares"
Endesa registró un beneficio neto consolidado de 2.034 millones de
Euros, Iberdrola cerró con un beneficio de 2.840,7 millones de Euros y
Gas Natural Fenosa logró un beneficio neto de 1.441 millones de Euros. Estas cifras contrastan fuertemente con el incremento del denominado déficit de tarifa, 3.000 millones de Euros más, un alza del 8,75% en el recibo de la luz y el recorte del 30% sobre ingresos que perciben los pequeños productores de energía solar fotovoltaica en España, en virtud de medidas retroactivas que cuestionan la viabilidad de 55.000 familias y la seguridad jurídica de nuestro país.
ANPIER considera que estos datos demuestran, tal y como señala la Unión Europea, que el sistema eléctrico español no funciona de manera eficiente,
por lo que solicita al Ministerio de Industria, Energía y Turismo mayor
control y un ejercicio de transparencia que permita debatir y modificar
los mecanismos que conforman el precio final del MWh, de cara a la configuración de un nuevo orden energético en España que resulte rentable, eficiente y sostenible para la sociedad y no un mero negocio lucrativo para unas pocas empresas y personas.
El Consejo de la Comisión Nacional de Energía ha abierto recientemente un expediente a las empresas eléctricas
con centrales de producción en régimen ordinario que han modificado sus
ofertas de venta de energía en el mercado diario durante el pasado mes
de enero, puesto que el precio medio del mercado diario de electricidad
se situó en enero en 50,5 euros por megavatio hora (MWh), lo que supone
un incremento del 21% con respecto a los 41,73 euros por MWh de
diciembre, según el informe de seguimiento de la Comisión Nacional de la
Energía (CNE).
El presidente de ANPIER, Miguel Ángel Martínez-Aroca, solicita una quita a las eléctricas “proporcional
a la que sufren los productores de energía solar fotovoltaica, que
supone un 30% de los ingresos previsto en 2012 y un 38% sobre los
previstos para 2013, y equitativa con el conjunto de los ajustes que
experimentan los españoles en sus ingresos y retornos”.
Martínez-Aroca considera sorprendentes las cifras exhibidas
por unas compañías que gestionan un recurso esencial para el bienestar
social, y que han encarecido el servicio hasta unas cotas que
contribuyen a engrosar en cerca 6.000.000 millones el número de
españoles afectados por la denominada pobreza energética, que incluye a personas que no cuentan con recursos suficientes para mantener sus hogares por encima de los 18 C0,
lo que provoca, según datos de la Asociación de Ciencias Ambientales,
un número de muertes mayor a las ocasionadas por la siniestralidad en
las carreteras.
El Presidente de ANPIER ha señalado que “se debe configurar un nuevo sistema justo para todos, porque la energía es un medio y no un fin en sí mismo
y, por lo tanto, debe gestionarse para proporcionar confort y generar
progreso económico y social con unos costes razonables y transparentes,
cuya perspectiva no se agote en el balance de resultados de tres
empresas, sino en una planificación a largo plazo que contemple la
sostenibilidad, la seguridad y el bienestar de las sociedades presentes y
futuras. Así lo ha manifestado más del 80% de la ciudadanía española,
que tal y como refleja el Eurobarometro, exige energías de origen
renovable”
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