Los residuos
líquidos generados en la producción de aceite de oliva se encuentran
entre los más contaminantes de la industria alimentaria.
ECOticias.
El proyecto, desarrollado por la firma granadina Biot junto a instituciones de cinco países europeos, permite acabar con uno de los residuos líquidos más contaminantes de la industria alimentaria
La ‘spin off’ aborda la comercialización de un sistema biológico de depuración que permite obtener agua potable
Los residuos líquidos generados en la producción de aceite de oliva
se encuentran entre los más contaminantes de la industria alimentaria.
Una realidad que supone un grave problema para los pequeños y medianos
productores, que han optado tradicionalmente por depositarla en balsas
de evaporación, ocasionándoles además un gasto adicional.
La empresa granadina Biot, una ‘spin off’ del Departamento de
Microbiología de la Universidad de Granada fundada en 2007 por Agustín
Lasserrot, Jesús González y María Victoria Martínez, trabaja en el
desarrollo de un nuevo sistema biotecnológico basado en la acción de un
conjunto de microalgas a través de fotobiorreactores que permite
reciclar el agua procedente del lavado de las aceitunas.
El proyecto, denominado Algatec, está financiado por el Séptimo
Programa Marco para la Investigación y el Desarrollo de la Unión
Europea. Ha sido desarrollado en una primera fase junto a socios de
España, Portugal, Grecia, Italia y Alemania, y acaba de iniciar su
segunda fase.
En concreto, la iniciativa busca la implantación en las almazaras de
un sistema “rentable, eficiente y sostenible” que permita tratar,
recuperar y reutilizar el agua de lavado de las aceitunas producida
durante el proceso de obtención del aceite de oliva en las almazaras. Y
de este modo también eliminar las balsas de almacenamiento, todo ello
con bajo costo y en las propias almazaras.
Según explica a la Fundación Descubre Marta Hormigo, responsable de
la Planta Piloto de Biot, con sede en el Parque Tecnológico de Ciencias
de la Salud (PTS), la investigación ha sido posible gracias a la
colaboración con la Universidad de Granada. “El objetivo es utilizar
microalgas para depurar el agua y reutilizarla. Tras lograrlo, en la
segunda fase del proyecto, que finaliza en 2014, tenemos como meta
comercializar el sistema”, señala.
El proceso se basa en un conjunto de fotobiorreactores con un
sistema de tubos transparentes al paso de la luz, en los que están
presentes las microalgas desarrolladas por Biot y en los que se inyecta
el agua. La capacidad metabólica de las microalgas permite la captura
del CO2 atmosférico y la biodegradación de las sustancias contaminantes
recalcitrantes presentes en las aguas de lavado de las almazaras hasta
su descontaminación.
Hormigo subraya que el novedoso sistema supondrá un paso muy
importante en la gestión medioambiental de dichos residuos, así como en
la conservación del medio ambiente. Y es que se necesitan en torno a 50
litros de agua potable para lavar 100 kilogramos de aceitunas, un
enorme volumen cuya calidad se ve además mermada al arrastrar gran
cantidad de compuestos tóxicos.
De esta forma, el sistema no sólo permite recuperar el agua
contaminada y reducir el consumo de agua potable en un 90%, sino también
la eliminación de las balsas de aguas residuales procedentes de la
producción de aceite de oliva.
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