El alcalde neoyorkino , Michael Bloomberg, anunciará
próximamente un programa que busca reducir drásticamente la cantidad de
desechos que se depositan en los vertederos, según informa hoy el
diario The New York Times.
El diario, detalla que el ayuntamiento anunciará dentro de poco un contrato con una compañía de compostaje para tratar 100.000 toneladas anuales de residuos de este tipo, aproximadamente un 10% de todo los desechos de comida que produce la ciudad.
En una segunda fase, y anticipando que habrá una elevada
participación de los ciudadanos, se prevé construir un planta para
procesar estos desechos y transformarlos en biogas, que a su vez se
emplearía en generar electricidad.
La oficina de prensa municipal aún no ha realizado comentarios sobre esta información.
El proyecto neoyorquino sería inicialmente de participación
voluntaria, aunque posteriormente podría ser obligatorio. Algunos
proyectos piloto han mostrado un elevado nivel de interés y
participación entre los habitantes de la ciudad.
El plan se centrará inicialmente en los residuos de las viviendas, ya
que los restaurantes deben emplear compañías privadas de gestión de
basura, aunque no se descarta obligarles legalmente a reciclar esos
desechos.
El diario recuerda que varias ciudades de Estados Unidos tienen ya programas similares, como San Francisco o Seattle, aunque Nueva York
ofrece más complicaciones debido a que muchos de sus habitantes viven
en edificios muy altos y apartamentos pequeños, por lo que podrían no
tener mucho interés en tener en su vivienda un cubo con desechos que
comienzan a oler mal rápidamente.
Nueva York gastó en 2012 un total de 336 millones de dólares en la gestión su basura residencial, la mayoría de la cual se envía a vertederos de otros estados, como Ohio, Pensilvania y Carolina del Sur, ante la falta de espacio en la ciudad.
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