En 1918 se
crearon los dos primeros parques nacionales españoles, los de la Montaña
de Covadonga y el de Ordesa. Casi un siglo después, nuestra Red de
Parques Nacionales, con la reciente incorporación de Guadarrama
ECOticias.
SEO/BirdLife y WWF felicitan al Congreso por aprobar el
Parque Nacional de Guadarrama y rechazar una enmienda que abría falsas
expectativas sobre el tipo de usos que podrían hacerse en el espacio,
como la caza. La reforma de la Ley de
Parques Nacionales, actualmente en curso, debe servir para eliminar
estas indefiniciones y crear una red de parques nacionales sólida y con
competencias bien definidas
En 1918 se crearon los dos primeros parques nacionales españoles,
los de la Montaña de Covadonga y el de Ordesa. Casi un siglo después,
nuestra Red de Parques Nacionales, con la reciente incorporación de
Guadarrama, tiene 15 espacios, pero no se ha llegado a un acuerdo
definitivo sobre qué son, para qué sirven, quién tiene las competencias
sobre ellos y qué tipo de usos debemos darles.
La prueba la hemos tenido en los últimos días, donde una serie de
iniciativas en torno a varios de ellos han mostrado la confusión. En el
Parque Nacional de Monfragüe (Cáceres), se está elaborando un Plan
Rector de Uso y Gestión (PRUG) que apenas incide en la conservación o la
investigación de sus valores biológicos y apuesta por potenciar un
turismo de impacto, contemplando la construcción de aparcamientos y la
licencia para navegar por el Tajo, actividad incompatible a todas luces
con la conservación de la avifauna de sus riberas. Sobre el Parque
Nacional de Doñana (Huelva), penden todo tipo de amenazas, entre ellas,
la utilización de su subsuelo como almacenamiento de gas o el proyecto
de dragado del Guadalquivir para aumentar la navegación al Puerto de
Sevilla.
Cazar en Guarrama NO
El ejemplo más reciente sobre la falta de un marco claro sobre los
espacios protegidos de máximo nivel de España es lo ocurrido con el
nuevo Parque Nacional de Guadarrama, cuya aprobación fue votada ayer en
el Congreso de los Diputados. El pleno rechazó en el último momento una
enmienda incluida durante la tramitación de la ley en el Senado y
cuya formulación abría todo tipo de expectativas infundadas sobre el
tipo de usos que podrían llevarse a cabo en el parque. El Senado
había incluido una disposición adicional novena, de “aprovechamientos
compatibles en el área de especial protección”. En ella se señalaba que
"en aquellas zonas del área especial de protección, el Plan Rector de
Uso y Gestión establecerá si los aprovechamientos allí practicados son
compatibles con los objetivos de esta ley", dejando la puerta abierta a
la caza y a otros usos ya prohibidos. Era una enmienda confusa que
sólo generaba dudas sobre el futuro manejo de un espacio cuya gestión
ya de por sí es complicada por su cercanía a una gran ciudad como
Madrid y el alto número de intereses presentes en un territorio con
fuerte implantación humana.
Una sabia rectificación del Parlamento
SEO/BirdLife y WWF felicitan al Congreso de los Diputados y a los
portavoces del PP y del PSOE por aprobar la creación del Parque
Nacional de Guadarrama y rechazar finalmente esa enmienda en la
votación en el pleno del Parlamento. Es una sabia rectificación que
fortalece al futuro parque nacional y deja claro que la actividad
cinegética nunca se podrá practicar en él.
SEO/BirdLife y WWF consideran que la caza es una actividad
incompatible con la filosofía que debe imperar en los parques
nacionales. Además, permitir la caza en un parque nacional degradaría
gravemente su imagen y los situaría en la última categoría
internacional de espacios protegidos. La Unión Internacional para la
Conservación de la Naturaleza (IUCN) clasifica los parques nacionales
del mundo en cinco clases y la de menor nivel es la de aquellos en cuyo
interior se caza. Sólo se permite en un mínimo tanto por ciento de
ellos en los que por sus enormes dimensiones y circunstancias
particulares la actividad cinegética tiene una interacción nula con el
resto de intereses. No es el caso de España, donde los parques
nacionales tienen una reducida extensión y son visitados cada año por
10 millones de personas, que difícilmente podrían convivir con el
tránsito de escopetas.
Los parques nacionales ocupan el 0,69% del territorio español.
Conseguir se destine a la conservación, la investigación y el disfrute
de la naturaleza por todos los ciudadanos no parece una pretensión
descabellada.
En este contexto, al Gobierno ha iniciado la reforma de la actual
Ley de la Red de Parques Nacionales de 2007. Esta reforma legal sólo
tendrá sentido si sirve para consolidar definitivamente una Red de
Parques Nacionales fuerte, que ponga punto y final al continuo
conflicto de competencias entre las administraciones y al
enfrentamiento entre intereses públicos y privados. SEO/BirdLife y WWF
piden la máxima claridad de criterio y la firmeza para que el nuevo
texto destierre las ambigüedades y las falsas expectativas sobre usos
que no sólo no están permitidos en parques nacionales, sino que
degradarían la imagen de estos espacios
Ambas organizaciones piden que todos los poderes públicos, en sus
respectivos ámbitos competenciales, velen sin fisuras por la
consolidación de la Red de Parques Nacionales. La naturaleza y el bien
común son lo que importa.
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