miércoles, 13 de julio de 2011

Una Arena negra con bandera azul

Jesús López, de Galicia y ex marino mercante (en la imagen), lleva 20 años viniendo a la playa y destaca las propiedades de su arena y del agua.


Playa de La Arena
La playa de La Arena, en el municipio de Santiago del Teide, lleva desde 1987 recibiendo de forma ininterrumpida la bandera azul, lo que la convierte en la playa más galardonada de Tenerife con esta distinción que otorga la Unión Europea, por el cumplimiento de sus condiciones sanitarias y de seguridad, según los datos del Ayuntamiento de Santiago del Teide.
Todo comenzó cuando Adolfo García recogía minuciosamente las colillas y residuos de la playa con una cernidera. Apenas tenía un par de hamacas. Posteriormente recibiría diversos premios turísticos. Esa tarea la continuaron posteriormente sus hijos, José Gregorio y Adolfo, al ganar la concesión para gestionar esta zona de baño. Desde entonces ha cambiado mucho.
La playa cuenta en la actualidad con 175 metros de longitud y una anchura que oscila entre los 50 y 75 metros. Posee baños públicos y duchas, servicio de mantenimiento y limpieza, zona wi-fi para la conexión a Internet, y está libre de barreras arquitectónicas para permitir el paso a personas con discapacidad.

Playa de La Arena
José García (centro) y parte del equipo de salvamento marítimo y vigilancia./ N.D.

También tiene sillas para que los minusválidos puedan entrar en el agua, una moto acuática para rescate, además de puesto de socorro y desfibrilador con equipo de oxígeno. “El mes pasado tuvimos que atender a tres personas que se encontraron indispuestas, aunque normalmente no se han producidos accidentes graves en esta playa”, dice José García, quien muestra una plataforma de rescate recientemente adquirida que va adherida a la moto acuática.
Su arena negra la convierte en una playa especial, única en la zona, a la que acuden cada año miles de turistas.
También es un lugar muy frecuentado por la gente del norte de la isla, Los Realejos, San Juan de la Rambla y del municipio vecino de Guía de Isora preferentemente.

Jesús López lleva más de 20 años visitando la playa. Tiene un pequeño apartamento a unos metros y viene de Galicia. Ha sido durante toda la vida marino mercante y nunca ha visto una playa como esta, “por su limpieza, los servicios, la amabilidad de los socorristas”, dice. Pero lo fundamental “es la arena” y al agua. “Esto lo cura todo”, asegura. Todo el año hay turistas en playa de La Arena, donde el sol pocas veces se esconde y se pone más tarde. En los últimos tiempos “ha experimentado una subida el turismo ruso, pero en general por aquí viene todo tipo de gente”, explica José Gregorio García.

Frente existen diversos apartamentos y dos hoteles que dan forma ovalada a la playa de La Arena. Por las mañanas a los turistas se les indica con un megáfono a cuantos grados está la temperatura del agua y el estado de la mar.

También se les advierte de las zonas más peligrosas y otras donde nadar es aconsejable. Esto lo suele hacer bien Adolfo García, en varios idiomas. El alcalde, Juan Damián Gorrín Ramos, izó hace unos días la bandera. Dijo que este galardón premia “el esfuerzo de la administración local y de la concesionaria y supone una garantía de calidad ambiental, cuidado del entorno, accesibilidad y servicios”. La bandera azul vuelve a ondear una vez más en el cumplimiento de los niveles sanitarios, ambientales y de seguridad en una playa cuyo secreto es la arena negra, y limpia.

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