La extensión helada del Ártico medida hace un par de semanas desde
satélite, durante su mínimo anual, ha sido de 3.439 millones de
kilómetros cuadrados, menos de la mitad de los 7.011 millones de 1980.
La NASA presenta ahora la imagen del pasado 16 de septiembre, cuando se
registró la mínima superficie de agua helada.
En el océano septentrional se reduce cada verano la capa de hielo y
alcanza la menor extensión anual en septiembre, antes de que bajen las
temperaturas allí y empiece a aumentar el casquete helado. Pero desde
hace años se registra una tendencia implacable de reducción de hielo
ártico y, además, se está acelerando, según constatan los científicos.
Sobre la investigación oceanográfica mediante satélites y el cambio
climático, se publica ahora un número especial de la revista Deep-Sea Research II
en el que se recopilan y analizan trabajos de más de 80 investigadores
de 55 centros de investigación marina de todo el mundo, bajo la
coordinación de Carlos García-Soto, científico del Instituto Español de Oceanografía (IEO).
“Nueve de los diez años más cálidos en los registros de temperatura
global de los últimos 130 años se han observado desde el año 2000”,
señala García-Soto. “Las consecuencias de este calentamiento son
numerosas: a nivel global, está cambiando el ciclo hidrológico y los
patrones de precipitación; en los océanos, los arrecifes de coral se
están blanqueando, muchas especies de interés pesquero se están
desplazando hacia latitudes más altas, se está derritiendo el hielo de
las regiones polares y elevando el nivel del mar”, recalca este
investigación en un comunicado del IEO.
No hay comentarios:
Publicar un comentario