Las cáscaras
de patatas o los restos del filete que tiran a la basura los europeos
podrían convertirse en la materia prima para la producción de
bioplásticos, una iniciativa del Séptimo Programa Marco de la Comisión
Europea pretende usar el desecho municipal para generar biopolímeros, la
base de los bioplásticos.
El uso de bioplásticos se ha popularizado como alternativa ante
los plásticos convencionales, fabricados con derivados del petróleo.
Esta
industria ha crecido un 20 % cada año, de acuerdo a European
Bioplastics, asociación que representa los intereses de dicho sector.
Bioplásticos, el 1% de la producción mundial
Los
bioplásticos representan el 1% de la producción mundial, que está en
torno a los 250 millones de toneladas al año, según Álvaro Estrada del
Departamento de Información Técnica del Instituto Tecnológico del
Plástico (AIMPLAS).
En esta línea el proyecto "Biopolímeros a
partir de la fermentación de syngas" (SYNPOL, en inglés), implementará
tecnología para convertir el carbono contenido en los desechos en
syngas, una sustancia compuesta de monóxido de carbono y CO2.
Este syngas se utiliza para alimentar bacterias y permitir que produzcan bioplástico.
Actualmente la mayoría de los bioplásticos son producidos a partir de fuentes como la patata, maíz, trigo, o guisante.
El
proyecto piloto es la primera iniciativa europea que espera impulsar la
producción de bioplásticos a partir de residuos y en España será
liderado por el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC).
Reducir costes, un reto
María
Auxiliadora Prieto del Centro de Investigaciones Biológicas del CSIC ha
dicho a Efe que este proyecto podría reducir el coste de la producción
de bioplásticos, además de tener un menor impacto medioambiental y
disminuir el uso de disolventes contaminantes.
El CISC ha
desarrollado con anterioridad proyectos para producir bioplásticos, sus
científicos idearon un sistema basado en bacterias capaces de
autodestruirse y liberar el bioplástico producido en su interior.
Este
proceso redujo en un 30 % los costes de producción de bioplásticos y ya
fue patentado por la empresa española Biopolis S.L., especializada en
biotecnología microbiana.
Prieto ha afirmado que uno de los
principales desafíos de transformar residuos en materia prima para
bioplásticos es que el proceso pueda reproducirse de forma masiva.
"No
sabemos si el rendimiento va a ser adecuado, este procedimiento ya se
ha hecho y se sabe que las bacterias son capaces de alimentarse a partir
de syngas e incluso que pueden producir bioplásticos, pero no sabemos
si vamos a producir lo suficiente como para que sea rentable.", ha
confirmado.
Ha asegurado que al utilizar residuos para la
producción de bioplástico, no se compite con el sector alimenticio por
la materia prima. EFEVerde.
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