El
Gobierno estadounidense ha presentado este martes por primera vez una
propuesta para regular los niveles de contaminación de las plantas
eléctricas que se construyan en el futuro, lo que ha generado la
oposición de los republicanos.
La Agencia de Protección Ambiental (EPA) ha
propuesto un límite 0,45 toneladas de dióxido de carbono por megavatio
de electricidad producido, que obligará a las compañías a estar
preparadas con tecnología especial de captura de carbono.
En la
actualidad, no existe un límite igual en todo el país sobre la cantidad
de contaminación de carbono permitido a las nuevas plantas térmicas.
La media de emisión de una planta de gas natural en EEUU está entre 0,363 y 0,385 por megavatio, según informa el diario The Washington Post, que señala que una planta eléctrica de carbón emite de media de 0,802 toneladas de dióxido de carbono por megavatio.
"Hoy
damos un paso en la toma de medidas para reducir la contaminación en
nuestro aire, proteger el planeta para nuestros hijos y avanzar hacia
una nueva era de la energía estadounidense", ha declarado la directora
de la EPA, Lisa Jackson.
Emisiones que amenazan la salud
Esa
Agencia gubernamental admitió en 2009 que la contaminación de gases de
invernadero amenazan la salud de los estadounidenses y el bienestar al
provocar cambios en el clima que pueden tener una serie de efectos
negativos sobre la salud humana y el medio ambiente.
Jackson ha
señalado que esta propuesta refleja la tendencia actual en el sector de
la energía para construir plantas más eficientes con tecnologías
fabricadas en el propio país, "un desafío que no podemos dejar a
nuestros hijos o nietos", ha agregado.
La norma no afectará a las
plantas que operan actualmente, ni a las ya autorizadas o que se espera
que se construyan en los próximos doce meses.
Los republicanos
El
Partido Republicano, en la oposición, se ha opuesto a esta medida por
considerar que acabará con la industria del carbón en Estados Unidos,
según han expresado varios de sus miembros en un comunicado.
"Esta
norma forma parte del agresivo plan del gobierno de (Barack) Obama para
cambiar las fuentes energéticas de Estados Unidos y eliminar el carbón
como fuente económica y fiable para generar electricidad", ha declarado
el representante republicano de Michigan Fred Upton.
El presidente
del subcomité de energía de la Cámara de Representantes, Ed Whtifield,
se ha mostrado "gravemente preocupado por el impacto que esta propuesta
de regulación puede tener en el empleo y la economía".
Organizaciones medioambientales
Organizaciones de defensa del medio ambiente, como el Sierra Club y el Consejo para la Defensa de Recursos Naturales (NRDC),
han celebrado la decisión al recordar que la contaminación por dióxido
de carbono es el mayor contribuyente al cambio climático y genera
emisiones tóxicas que causan enfermedades como el asma.
El
director Ejecutivo del Sierra Club, Michael Brune, considera en un
comunicado que estas nuevas protecciones permitirán a la EPA "centrarse
en las industrias que crean la mayor parte de la contaminación de
carbono y ayudarán a evitar la generación de contaminantes
potencialmente mortales, como el hollín y el mercurio".
El
presidente del Consejo para la Defensa de Recursos Naturales (NRDC),
Frances Beinecke, ha señalado que esta norma "además es buena para
nuestra economía porque originará plantas de energía más modernas y más
eficientes".
Beinecke ha destacado que el próximo paso es "mejorar
las anticuadas centrales eléctricas de carbón existentes, que siguen
siendo la principal fuente de contaminación de carbono industrial en
nuestro país". EFEverde
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