Esta es una de las conclusiones de un estudio desarrollado por
investigadores de la Universitat Politécnica de València (UPV) y la
Fundación Centro de Estudios Ambientales del Mediterráneo (CEAM), en el
que han comprobado la viabilidad de las truferas silvestres en los
cortafuegos.
En el trabajo, que ha sido publicado en la revista Fungal Biology,
los investigadores proponen el cultivo de trufas silvestres (Tuber
melanosporum) en los cortafuegos como medida que podría reducir los
costes de mantenimiento de los mismos y mejorar su sostenibilidad.
Además, podría reportar "un gran beneficio económico" para los
responsables de la explotación trufera.
"Los cortafuegos constituyen una gran herramienta de prevención, pero
requieren de un mantenimiento continuo y muy caro", según ha destacado
Santiago Reyna, del Grupo de Investigación en Ciencia y Tecnología
Forestal de la UPV
Según Reyna, en el estudio, desarrollado en el municipio
castellonense de El Toro, se ha analizado la viabilidad de la
introducción de las truferas silvestres en estos terrenos.
Aunque hasta el momento se consideraba que no eran óptimos para estas
plantaciones, los resultados obtenidos "abren una puerta para su
utilización como cultivo de prevención", ha indicado.
Los investigadores analizaron en una primera prueba experimental con
contenedores la persistencia de la trufa en los suelos cortafuegos como
primer paso para evaluar su viabilidad en estas plantaciones a corto
plazo.
Asimismo, evaluaron otros valores como la incidencia del tratamiento térmico del suelo para el desarrollo de la trufa.
Sergi García Barredas, de la Fundación CEAM, ha explicado que han
comprobado como el calentamiento de la tierra antes de la plantación de
la trufa "reduce la riqueza de hongos nativos, que constituyen un
enemigo para el cultivo".
"Esto podría aumentar el éxito de la plantación de trufa como apoyo
en la prevención de incendios", ha agregado García Barreda, quien ha
señalado que otro de los valores que influyen es "la edad de la plántula
en el momento de la siembra".
La incorporación de truferas silvestres a los cortafuegos "redundaría
en una mayor vigilancia y protección forestal, ya que sería el
productor de trufas el encargado del correcto mantenimiento del
terreno", ha indicado Santiago Reyna.
Respecto a los beneficios económicos, Reyna ha señalado que una buena
trufera silvestre "puede producir en años favorables hasta cinco kilos,
con un valor de 2.500 euros, bastante superior y nada comparable con el
precio al que se paga hoy la madera".
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