Las autoridades hallaron el miércoles en el municipio de Hueypoxtla,
en el Estado de México, vecino a la capital, un equipo de teleterapia
desechado por uno de los servicios de salud estatales en cuyo cabezal
contenía cobalto-60 y que fue robado esta semana cuando era trasladado
en un camión.
Los seis sospechosos, todos hombres, in
gresaron desde el jueves con
síntomas de intoxicación al Hospital General de la central ciudad de
Pachuca, en donde fueron sometidos a estudios para evaluar si estaban
contaminados por el material radiactivo, que tiene usos médicos e
industriales.
"Las seis personas quedaron a disposición del Ministerio Público
Federal de la Procuraduría General de la República presuntamente como
responsables o vinculados con el robo del vehículo que transportaba el
cobalto-60", dijo a Reuters una fuente ministerial.
El secretario de Salud del central estado de Hidalgo, Pedro Luis
Noble, había confirmado a la cadena Televisa horas antes el viernes que
seis personas se hallaban hospitalizadas para realizarles estudios,
debido a que habían tenido contacto "crítico y cercano" con el cabezal
con cobalto-60.
En un comunicado, la Secretaría de Salud de Hidalgo indicó que los
seis sospechosos ya fueron dados de alta al no observar riesgos para su
salud.
El vehículo robado salió de la fronteriza ciudad norteña de Tijuana a
finales de noviembre rumbo al centro de confinamiento para este tipo de
desechos en el municipio de Maquixco, también en el Estado de México.
Los conductores del camión dijeron que no se les permitió dejar
inmediatamente la carga en el centro de confinamiento, por lo que
decidieron dormir en una gasolinera, donde fueron asaltados.
El cobalto-60 también puede usarse para fabricar las denominadas
"bombas sucias", en las que se usan explosivos convencionales para
dispersar radiación.
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