Los análisis que lleva a cabo el IRNASA en Salamanca indican que la contaminación de las aguas presenta niveles muy bajos
ECOticias.
Expertos del Instituto de Recursos Naturales y Agrobiología de
Salamanca (IRNASA) realizan análisis para determinar la presencia de
pesticidas en suelos y aguas. Eliseo Herrero Hernández, científico de
este centro del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC),
ha explicado hoy en un seminario de investigación que los últimos datos
disponibles en la provincia de Salamanca apuntan a que la contaminación
de las aguas es insignificante en términos generales, entre otras cosas,
porque las nuevas generaciones de estos productos que se emplean para
combatir las plagas resultan cada vez menos contaminantes.
Durante décadas, los pesticidas han sido un gran aliado de los
agricultores para evitar que insectos y otras plagas perjudiquen las
cosechas, pero también han tenido efectos no deseados, como la
generación de organismos resistentes y sobre todo el hecho de que
inevitablemente "llegan a las aguas y se aplican sobre productos de
consumo humano", apunta Eliseo Herrero en declaraciones a DiCYT.
Para tener controlado este problema, se realizan análisis de aguas y
suelos periódicamente. En concreto, la conferencia que ha tenido lugar
esta mañana ha abordado los métodos de análisis que los investigadores
del IRNASA aplican en muestras muestras de aguas de La Rioja y de
Salamanca.
En general, en la provincia salmantina no hay datos de contaminación importante, salvo los que hace años aparecieron en zonas puntuales de las cuencas del río Almar y del río Guareña. Es decir, que salvo en lugares muy concretos, como algún pozo, actualmente el uso de pesticidas no representa un problema para el medio ambiente y para el ser humano en este entorno.
Probablemente, una de las claves está en que "las nuevas generaciones
de pesticidas ya no son tan contaminantes" y van enfocadas a "métodos
de atracción que atrapen a las plagas de alguna forma", indica el
experto. Al mismo tiempo, también los métodos de análisis van
evolucionando y "permiten detectar concentraciones cada vez más
pequeñas", muy por debajo de los límites establecidos como peligrosos.
El trabajo de los especialistas que ejecutan estos análisis pasa por
determinar previamente qué compuestos se utilizan en un lugar y estudiar
específicamente su presencia. La razón es que existen alrededor de 900
principios activos de pesticidas, de manera que sería imposible realizar
los análisis sin saber de antemano qué compuesto se busca.
"Adaptamos las técnicas de la cromatografía líquida y cromatografía
de gases con etapas de preconcentración previas al análisis de los
compuestos que se utilizan en determinadas zonas", comenta el
científico. Así, para determinar esos compuestos, "vamos desarrollando
el método más adecuado", explica.
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