El proyecto se
localiza en el pueblo sevillano Carrión de los Céspedes donde se ubica
una plantación experimental con una superficie de 300 metros donde se
cultiva la especie Jatropha Curcas
ECOticias.
A medida que aumenta la preocupación por la disponibilidad de un
recurso como el agua, la reutilización de aguas residuales tratadas en
el cultivo sostenible de especies energéticas que no interfieran en la
seguridad del suministro alimentario y eviten los monocultivos
extensivos puede convertirse en un buen complemento para la gestión de
la energía a nivel local. En este sentido, la agricultura de regadío es
el principal consumidor de agua, por lo que la reutilización de aguas
residuales derivadas de plantas depuradoras es una solución técnica
viable para hacer frente a la creciente demanda de este recurso. Así lo
considera el grupo de investigadores del Programa Consolider-Tragua y
del Proyecto REAGUAM del que forma parte el equipo del Departamento de
Biología y Geología de la URJC, que trabaja en el desarrollo de esa
tecnología de reutilización de bajo coste cuyo interés es doble: por un
parte, contribuye a la conservación del recurso hídrico y, por otra
parte, colabora a la generación de un combustible con un coste ambiental
mucho más bajo que en el caso de los combustibles fósiles u otras
alternativas energéticas.
El proyecto se localiza en el pueblo sevillano
Carrión de los Céspedes donde se ubica una plantación experimental con
una superficie de 300 metros donde se cultiva la especie Jatropha
Curcas, un arbusto frondoso y de crecimiento rápido que genera un fruto
del que se extrae un aceite dirigido a la extracción de biodiesel. La
única diferencia frente a otro tipo de cultivos radica en la calidad del
agua que se aplica para el riego, en este caso agua residual depurada.
Los primeros resultados del proyecto reflejan que hasta ahora no hay
diferencias notables en las parcelas cultivadas con riego con agua
residual y la calidad del agua aplicada no afecta al crecimiento de este
vegetal. Igualmente, el sistema planta-suelo constituye un sistema
depurador que contribuye a la regeneración del agua que se infiltra, con
lo que esta puede llegar con la calidad adecuada al acuífero.. “Aquí
hemos encontrado un efecto secundario beneficioso adicional para apoyar
la producción de biodiesel a pequeña escala y contribuir a aliviar la
presión por la disponibilidad de agua en comunidades locales”, afirma
Javier Lillo, responsable del equipo de la Universidad rey Juan Carlos
en este proyecto.
Algunos problemas asociados a esta tecnología radican en aspectos técnicos tales como la obstrucción que la carga orgánica del agua residual pueda provocar en el sistema de regadío o en los poros de la parte superficial del suelo haciéndola más impermeable. “Se trata de inconvenientes de solución técnica relativamente sencilla. El requisito quizás más importante es que la plantación o el cultivo se sitúe cerca de una planta depuradora ya que el traslado del agua a larga distancia no sería interesante desde el punto de vista económico”, cuenta Lillo. En este sentido, la reutilización de aguas puede ser una alternativa para que poblaciones pequeñas amorticen parcialmente los costes que generan las propias plantas depuradoras y a la vez se beneficien de las ventajas vinculadas a la producción de biocombustibles.
El grupo de investigación se plantea ahora el estudio de la viabilidad de este tipo de agua para la producción de cultivos forrajeros, es decir, alimento para ganado, una investigación que adquiere una nueva dimensión ya que será determinante que los vegetales cultivados no retengan determinados componentes del agua, de forma que estos no afecten a los animales desde el punto de vista sanitario.
Algunos problemas asociados a esta tecnología radican en aspectos técnicos tales como la obstrucción que la carga orgánica del agua residual pueda provocar en el sistema de regadío o en los poros de la parte superficial del suelo haciéndola más impermeable. “Se trata de inconvenientes de solución técnica relativamente sencilla. El requisito quizás más importante es que la plantación o el cultivo se sitúe cerca de una planta depuradora ya que el traslado del agua a larga distancia no sería interesante desde el punto de vista económico”, cuenta Lillo. En este sentido, la reutilización de aguas puede ser una alternativa para que poblaciones pequeñas amorticen parcialmente los costes que generan las propias plantas depuradoras y a la vez se beneficien de las ventajas vinculadas a la producción de biocombustibles.
El grupo de investigación se plantea ahora el estudio de la viabilidad de este tipo de agua para la producción de cultivos forrajeros, es decir, alimento para ganado, una investigación que adquiere una nueva dimensión ya que será determinante que los vegetales cultivados no retengan determinados componentes del agua, de forma que estos no afecten a los animales desde el punto de vista sanitario.
No hay comentarios:
Publicar un comentario