Las empresas de biotecnología
acaban de sufrir una derrota histórica en China: el país más poblado del
mundo ha impulsado una iniciativa de ley que prohíbe los transgénicos
en los productos básicos como el arroz.
China está punto de ser el primer país en prohibir la utilización de transgénicos en sus alimentos básicos. De hecho, el Consejo Nacional para Asuntos Legislativos
hizo público un anteproyecto de ley sobre semillas que regula
investigaciones científicas, experimentación en campo, producción,
venta, importación y exportación de semillas transgénicas. Es decir que
pronto, nadie podrá emplear la ingeniería genética en ninguna producción
de alimentos básicos en China.
Esta
ley ha sido promovida después de la prohibición de la comercialización
de arroz transgénico en septiembre de 2011. Después de ocho años de
lucha y de cabildeo, eso representa una gran victoria de Greenpeace Asia Oriental.
“Los
legisladores en China han decidido proteger el centro de origen del
arroz. Al gobierno mexicano le toca hacer lo propio en el centro de
origen y diversificación del maíz, alimento básico de los mexicanos y
uno de los cultivos más importantes a nivel global”, declaró Aleira Lara, coordinadora de la campaña de Agricultura sustentable y transgénicos de Greenpeace México.
“Los
cultivos transgénicos son caros y riesgosos para los agricultores. Sus
semillas están sujetas al pago por uso de patente lo cual,
indirectamente, aumentará el precio de los alimentos y, en consecuencia,
no aliviará la pobreza o el hambre, al tiempo que golpearán fuertemente
nuestra soberanía alimentaria y pondrán en riesgo nuestra salud. Los
mexicanos queremos nuestro alimento básico libre de transgénicos”,
finalizó Lara.
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