A pesar de las
dificultades manifiestas, se conoce desde hace mucho tiempo que el
gradiente de diversidad de muchos grupos biológicos se correlaciona con
la disponibilidad de energía y el clima actual.
ECOticias.
En este sentido, el resultado principal de su estudio apunta que
los efectos de la estabilidad o inestabilidad del clima en el pasado
son evidentes hoy en el patrón mundial de diversidad de anfibios. Como
señala Andrés Baselga, eventos como las glaciaciones –cuyo último máximo
data de hace 21.000 años- son factores fundamentales para explicar como
se distribuye la diversidad. De ahí que la investigación contribuya al
debate sobre si los factores climáticos actuales o los históricos son
los responsables de la distribución actual de la biodiversidad.
A pesar de las dificultades manifiestas, se conoce desde hace mucho
tiempo que el gradiente de diversidad de muchos grupos biológicos se
correlaciona con la disponibilidad de energía y el clima actual.
“Desafortunadamente –matiza Baselga- el clima actual y el del pasado
también están correlacionados”. Es decir, actualmente la temperatura
disminuye desde el ecuador hacia los polos y esta disminución también
ocurría en el pasado, aunque de manera mucho más acusada en los periodos
glaciares. Por ello, “se hace difícil discernir si la distribución
actual de la biodiversidad refleja los profundos cambios climáticos
experimentados por nuestro planeta durante el último millón de años o
si, principalmente, es consecuencia de las restricciones que ahora
impone el clima”, explica.
Empleando una nueva aproximación metodológica capaz de examinar la
variación en los patrones de composición de especies, los autores
muestran que existe un claro efecto de las glaciaciones del Pleistoceno
sobre los estándares de diversidad actuales que non es atribuible a las
condiciones climáticas actuales. Para lograrlo se examinó la relación
entre la latitud y la inestabilidad climática (diferencia entre la
temperatura actual y la de hace 21.000 años) hasta encontrar que existe
un punto de inflexión en esta relación (arredor de los 37º de latitud)
que se corresponde con lo que aparece en los patrones de variación de la
composición de los anfibios mundiales.
Durante el Pleistoceno gran parte del hemisferio norte estuvo
afectada por las glaciaciones de forma que la temperatura diminuyó
drásticamente y el hielo cubría la inmensa mayoría de la superficie. Los
investigadores muestran en su estudio que en esa zona (en general por
encima de los 37 grados de latitud) la fauna actual de anfibios se
caracteriza por una pérdida secuencial de especies hacia latitudes
mayores. Esto indica que muchas especies no fueron capaces de colonizar
esas regiones después de que los glaciares se retirasen, bien por
limitaciones de dispersión o fisiológicas (como la no adaptación al
frío). En cambio, señalan los autores, en las regiones no afectadas por
las glaciaciones (latitudes menores de 37º) no existen esas pérdidas de
especies secuenciales, observándose que unas especies son sustituidas
por otras.
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