El capitán del carguero Rena, que naufragó en octubre pasado frente a las costas neozelandesas causando una catástrofe ecológica, se declaró hoy culpable de todos los cargos que se le imputan, informaron hoy medios locales.
El Rena encalló en el arrecife de Astrolabe, a unos 12
kilómetros de la ciudad portuaria de Tauranga, en la Isla Norte, y
vertió unas 350 toneladas de combustible, cuya marea negra llegó hasta
las costas neozelandesas causando la muerte de unas 2.000 aves.
Hoy,
en el Tribunal del distrito de Tauranga, el capitán, cuyo nombre no se
ha divulgado, se declaró culpable de obstrucción a la justicia y admitió
haber alterado la ruta original del barco, los registros de navegación y
los documentos del barco.
Causó un peligro innecesario
También
se declaró culpable de maniobrar el carguero causando un peligro
innecesario a las personas y a la propiedad, además de verter sustancias
contaminantes en un área marina, según la emisora Radio Nueva Zelanda.
Por
su parte, el oficial de navegación, cuyo nombre tampoco ha sido
divulgado, no declaró respecto a las acusaciones por el derrame de
combustible, pero sí admitió los otros cargos referidos a la alteración
de la ruta y las maniobras del barco.
Los dos acusados permanecerán en libertad condicional y comparecerán nuevamente en mayo próximo para su sentencia. EFEverde
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