Veinticuatro horas al día durante los 365 días del año 20
personas vigilan desde el centro de Madrid los 2.150 buques pesqueros
españoles de más de 15 metros que faenan en cualquier parte del mundo, y
todos los extranjeros en aguas españolas. Su objetivo: evitar y
controlar infracciones pesqueras.
Se trata del flamante Centro de Seguimiento de Pesca (CSP),
cuya actividad ha sido explicada hoy por el secretario general del Mar,
Carlos Domínguez, al ministro del Ministerio de Agricultura,
Alimentación y Medio Ambiente (MAAMA), Miguel Arias Cañete, y a los
representantes de las principales organizaciones ecologistas españolas
especializadas en temas marinos.
El CSP, adscrito al MAAMA, empezó
a funcionar de manera piloto en 1995, cuando estos sistemas de
seguimiento aún eran voluntarios en la Unión Europea, y desde el año
2000 es punta de lanza de este tipo de controles en Europa, donde España
es el país con más buques equipados con sistemas de seguimiento por
satélite.
"Para poder hacer este control los buques pesqueros de
más de 15 metros llevan instaladas unas cajas azules que emiten una
señal satélite que permite concretar perfectamente su posición" en las
oficinas del CSP, al norte de la madrileña calle Velázquez, señala el
secretario general del Mar.
¿Y qué permiten saber estas señales de
localización? "Si el barco está cumpliendo la zona geográfica que tiene
autorizada para realizar su actividad, evitar que se faene en zonas de
veda, controlar que no se pesque en una época del año en la que está
prohibido o en una zona no autorizada", agrega Carlos Domínguez.
Nuevos controles
El secretario general
del Mar adelanta que el Ministerio quiere extender los dispositivos de
seguimiento a los buques de más de 12 metros que faenan más de 24 horas
fuera de territorio español, lo que supondría incluir en el control a
otros 250 barcos.
Todos los buques españoles del citado tamaño son
controlados desde Madrid, independientemente del lugar del mundo donde
se encuentren navegando. Pero también los extranjeros que están en aguas
españolas, ya que el CSP está conectado con otros 20 centros de control
de otros países.
De este modo "España envía mensajes de posición a otros estados cuando un barco español esté allí y al revés".
Aparte
del control de pesca, el CSP ha llevado a cabo estos años "funciones
complementarias" -continúa Domínguez- como "cooperación con la armada en
salvamento marítimo o en el caso del secuestro de atuneros en el
Índico, o con vigilancia aduanera".
No obstante, la labor del CSP
no es sancionadora sino preventiva y disuasoria, su finalidad es "evitar
la infracción antes de que se produzca".
En esa línea, el CSP
avisa a los buques de que hay pruebas de que están haciendo algo mal y,
si finalmente cometen infracción, genera un informe que sirve para
instruir un expediente sancionador.
Las organizaciones ecologistas
han agradecido la oportunidad de conocer el CSP al mismo tiempo que el
ministro y han considerado que los trabajos que realiza suponen "un
avance sin precedentes" de cara a la pesca sostenible y a la protección
de las especies.
"Hasta la existencia del CSP sólo sabíamos a
dónde iba un pesquero por lo que ponía en su diario de pesca, lo cual
era difícil de comprobar. Y si el patrón sabía un sitio muy bueno de
pesca no lo daba, por lo que era imposible pillar a alguien que fuera a
un sitio restringido", explica el portavoz de Conservación de
SEO/BirdLife Juan Carlos Atienza.
El nuevo sistema genera información "al minuto, noche y día, y evita que se hagan cosas que no se deben", añade Atienza.
Tras
la visita al CSP, las organizaciones ecologistas, WWF, Greenpeace,
SEO/BirdLife, Ecologistas en Acción, Oceana y Ocean 2012 le han
entregado a Domínguez un documento consensuado con sus propuestas para
que España negocie una Política Pesquera Común que garantice la pesca
sostenible y respetuosa con el medio marino. EFE
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