Una coalición de 30 organizaciones agrupadas en la
autodenominada Coalición Clima han solicitado a las autoridades europeas
que impidan la entrada en la región de arenas bituminosas, una nueva
materia prima para elaborar combustible.
Coalición Clima ha dirigido su petición
a los ministros de Industria, Energía y Turismo, José Manuel Soria, y
al de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, Miguel Arias Cañete,
en sendas cartas que ha distribuido entre la prensa.
Los estados
miembros de la UE votarán el próximo 23 de febrero la aplicación de la
directiva europea de calidad de combustibles, oportunidad que Coalición
Clima quiere aprovechar para que se rechace la entrada en el mercado
europeo de materias primas contaminantes destinadas al mercado del
transporte.
"El petróleo producido a partir de fuentes altamente
contaminantes, como las arenas bituminosas, emiten aún más gases de
efecto invernadero que el petróleo convencional", señala en sus cartas
el grupo, que recuerda que la extracción de arenas bituminosas en Canadá
"ha destruido áreas prístinas y ha tenido un impacto devastador sobre
las comunidades locales e indígenas".
La petición de Coalición Clima respalda otra carta
de un grupo de galardonados internacionales con el premio Nobel de la
Paz, que recibieron los presidentes europeos, entre ellos el español,
Mariano Rajoy.
La coalición destaca que la directiva europea sobre
calidad de combustibles (FQD, por sus siglas en inglés) se adoptó en
2008 para reducir un 6% en 2020 la intensidad de emisiones de CO2 en el
sector del transporte por carretera y contribuir a la descarbonización
del sector, el único cuyos gases de efecto invernadero siguen creciendo.
La
propuesta que se someterá a votación el próximo jueves establece cómo
aplicar la directiva y cómo debe calcularse e informar de la intensidad
de emisiones de carbono de los combustibles fósiles y la electricidad
que proporcionan.
Para Coalición Clima, esta propuesta permite a
los proveedores poner en valor si su propia extracción o método de
producción ofrecen una menor intensidad de emisiones de CO2 que la media
del sector y generar incentivos para que se invierta en procesos y
tecnologías más eficientes.
La aprobación de esta herramienta es
un requisito para la aplicación de la legislación contra el cambio
climático, en la que se clasifica a los diferentes tipos de combustibles
fósiles en función de su intensidad promedio de emisiones de CO2.
"Hasta
un país tan dependiente del petróleo como EEUU se negó a entrar en el
juego de las arenas bituminosas y, este invierno, ha desestimado el
macroproyecto de oleoducto para la importación de arenas bituminosas de
Canadá. La cuestión es si Europa está dispuesta también a oponerse",
señala el grupo.
"Si Europa quiere evitar los riesgos más graves
del cambio climático, no puede ignorar que es imprescindible tratar
adecuadamente la huella de carbono de estos combustibles", dicen.
Las
arenas bituminosas, una mezcla de arcilla, arena, agua y bitumen
(similar a la brea), pueden llegar a emitir hasta un 23% más que el
petróleo convencional, sostienen. EFE
No hay comentarios:
Publicar un comentario