Hemos
detectado ocho ejemplares de zorros negros en la Sierra de Mariola, pero
perfectamente podría haber 20 o más”, explica a SINC Antonio Belda,
investigador del Instituto Ramón Margalef de la UA.
ECOticias.
Desde finales de 2009 han aparecido ocho zorros negros en el
Parque Natural de la Sierra de Mariola, entre las provincias de Alicante
y Valencia. Ahora, investigadores de la Universidad de Alicante (UA)
han confirmado que se trata de una variedad única en España y
probablemente en Europa originada a partir de las poblaciones de pelaje
rojizo normal que viven en las zonas mejor conservadas del parque.
“Hemos detectado ocho ejemplares de zorros negros en la Sierra de
Mariola, pero perfectamente podría haber 20 o más”, explica a SINC
Antonio Belda, investigador del Instituto Ramón Margalef de la UA. El
hallazgo supone la primera cita en España –y seguramente en Europa– de
esta mutación en el pelaje del zorro común o rojo (Vulpes vulpes).
La nueva variedad pertenece a la misma especie y linaje que los
zorros rojizos que viven en la zona de reserva integral y mejor
conservada del parque. Los científicos lo han comprobado con técnicas
“similares a las del CSI” al comparar una secuencia de su ADN
mitocontrial con la de otros zorros que viven fuera de esta zona de
protección, en áreas más humanizadas.
“Al analizar una secuencia de 400 pares de bases del gen ‘citocromo
b’, hemos comprobado que las poblaciones de zorros negros presentan el
mismo polimorfismo (cambian una única misma base) que al resto de los
del interior de la reserva, lo que nos confirma su mismo linaje
materno”, indica Eduardo Larriba, otro de los autores del estudio.
El descubrimiento se presentó en diciembre en el X Congreso de la
Sociedad Española para la Conservación y el Estudio de los Mamíferos
(SECEM), que se celebro en Fuengirola (Málaga), pero pronto se enviará
para su publicación en una revista científica internacional.
El primer zorro de pelaje oscuro apareció a finales de 2009 entre las
más de 200.000 fotografías captadas dentro de un proyecto de
‘fototrampeo’, cuyo objetivo era investigar mediante esta técnica los
mamíferos de la zona. A lo largo de 2010 se consiguieron nuevas imágenes
y se encontró una pareja de zorros negros atropellados en la carretera.
Esto facilitó la toma de muestras para poder secuenciar el ADN,
aunque también se obtuvo del propio pelo de los animales. Mediante
‘trampas de pelo’ los investigadores consiguieron que los animales se
rozaran cuando trataban de acceder a cebos en los que habían colocado
sardinas en aceite, almendras, carroña y otros alimentos.
El proyecto se ha desarrollado dentro del programa de la Generalitat
para grupos de investigación emergentes y ha contado con el apoyo del
Instituto Gil Albert. Ahora, los investigadores esperan nuevas fuentes
de financiación para continuar el trabajo y descubrir el motivo que ha
causado el cambio de tonalidad en el pelo de los zorros.
El equipo supone que el pelaje negro responde a una mutación de
origen espontáneo, ya que la pureza ambiental del área de protección
integral descarta las provocadas de modo artificial –por ejemplo con
residuos tóxicos–, pero lo tienen que confirmar con análisis como los de
microsatélites, unos marcadores moleculares.
“Nos gustaría focalizar una nueva investigación sobre aquellos genes,
como el MC1R, conocidos por su implicación en el cambio de color de
pelo, y de esta forma se podrán conseguir evidencias sobre este aspecto o
fenotipo, así como realizar comparaciones entre poblaciones”, señala
Larriba.
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