Las diferencias entre la Unión Europea (UE) y países como EEUU y
Brasil sobre cómo fortalecer el Programa de la ONU para el Medio
Ambiente (PNUMA) marcaron hoy en Nairobi un difícil camino hacia la
Conferencia de las Naciones Unidas sobre Desarrollo Sostenible (Río+20),
que se celebrará el próximo junio.
Representantes de unos 140 países -entre ellos, unos ochenta
ministros- acabaron hoy una reunión de tres días en la sede del PNUMA,
en la capital keniana, para fijar posturas ante Río+20, que albergará la
ciudad brasileña de Río de Janeiro.
El marco de las
deliberaciones fue la XII Reunión Especial del Consejo de Administración
del PNUMA (que preside España por segundo año consecutivo) y del Foro
Global de Ministros de Medio Ambiente.
Los dos asuntos
fundamentales que tratará Río+20 son la economía verde en un contexto de
desarrollo sostenible y erradicación de la pobreza, y la gobernanza
ambiental internacional, dentro de la que figura la posible
transformación del PNUMA en una agencia de la ONU.
Como colofón a
la reunión de Nairobi, los ministros acordaron fortalecer el PNUMA "como
autoridad medioambiental global" y reforzar la lucha contra la
degradación medioambiental.
Los titulares de Medio Ambiente
también expresaron su compromiso para lograr el "éxito" en Río+20,
evento que describieron como "una oportunidad única para afrontar los
desafíos económicos, sociales y medioambientales en el contexto del
desarrollo sostenible".
Así consta en la declaración ministerial
conjunta difundida al término del encuentro de Nairobi, que se fraguó
"in extremis" y merced al "espíritu constructivo" de la Unión Europea
(UE), EEUU y el G-77 (grupo de países emergentes y en desarrollo),
confirmaron a Efe fuentes cercanas a la delegación de la presidencia
española.
No obstante, el consenso del texto contrastó con las diferencias manifestadas públicamente sobre el futuro del PNUMA.
La
necesidad de fortalecer ese Programa de la ONU cuenta con un apoyo
"abrumador", como aseguró hoy el director ejecutivo del organismo, Achim
Steiner, aunque la vía para alcanzar ese objetivo ha sido objeto de
notables discrepancias en Nairobi.
Unos cien países, incluidos los
miembros de la Unión Europea (UE) y la Unión Africana (UA), apoyan el
plan promovido por la UE para convertir el PNUMA en una agencia de la
ONU con mayor poder de decisión.
Actualmente, el Programa de la
ONU para el Medio Ambiente carece de capacidad ejecutiva y de
presupuesto independiente, y sus decisiones se elevan a la Asamblea
General de las Naciones Unidas, que puede aprobarlas o rechazarlas.
Sin
embargo, la ministra brasileña de Medio Ambiente, Izabella Teixeira,
afirmó hoy que su país, anfitrión de Río+20, no comparte la propuesta de
UE.
"Brasil no apoya el plan (europeo). Brasil apoya la
negociación y el fortalecimiento del PNUMA", dijo a Efe Teixeira, quien
precisó que el proceso negociador "no sólo incluye la propuesta de la
Unión Europea, contempla otras propuestas".
La idea europea topó
asimismo con la oposición de EEUU: "Apoyamos el fortalecimiento del
PNUMA (...). Sin embargo, en este momento no apoyamos que se convierta
en una agencia especializada", declaró a Efe la jefa de la delegación
estadounidense, Kerri-Ann Jones.
En el terreno de la economía
ecológica, el secretario de Estado español de Medio Ambiente, Federico
Ramos, presidente del Consejo de Administración del PNUMA, constató que
la mayoría de los ministros entienden ese concepto como "un camino para
conseguir un desarrollo sostenible, la erradicación de la pobreza y la
creación de empleo".
Con todo, Ramos advirtió de los "muchos
desafíos" -especialmente en los países pobres- que ofrece el tránsito
hacia la economía verde, como la financiación y el acceso a la
tecnología necesaria.
"El tiempo no está de nuestra parte. Río+20
debe adoptar acciones rápidas e inmediatas para responder a la actual
crisis medioambiental", aseveró el secretario de Estado.
A ese
respecto, la viceministra colombiana de Medio Ambiente, Adriana Soto,
abogó por unos "resultados concretos que se traduzcan en un mejor
bienestar" para los ciudadanos, y subrayó que Río+20 "no puede
permitirse un fracaso".
Río+20 se celebrará en Río de Janeiro
veinte años después de la Cumbre de la Tierra, convocada en esa misma
ciudad en 1992, que sentó las bases del desarrollo sostenible
contemporáneo. EFE
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desarrollo sostenible de la Agencia EFE.
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