Los
próximos acuerdos de cooperación económica entre Perú y Japón
promoverían el desarrollo de la energía, la provisión de agua, el
cuidado del medio ambiente y la potenciación del turismo, señaló hoy el
embajador japonés en Lima, Masahiro Fukukawa.
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ANDINA/Norman Córdova.
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Indicó que por el momento hay en estudio proyectos de cooperación más o menos visibles en sectores como energía.
“Ahora que Perú desarrolla el sector energético, hay que considerar el uso eficiente de la energía y la creación de nuevas fuentes de energía”, mencionó.
Indicó que otro ámbito de cooperación es el agua, por lo que se seguirá orientando recursos a la provisión de agua y alcantarillado, como se hizo para el logro de la planta de tratamiento de agua Huachipa.
“También consideramos seguir operando con la provisión de agua en la zona metropolitana de Lima, donde está aumentando mucho la población, entre otros temas que se estudian”, acotó.
Sostuvo que la tercera área hacia donde se orientarían los acuerdos de cooperación económica es el medio ambiente, pues con el desarrollo económico de Perú inevitablemente se generan residuos sólidos.
“Analizamos la posibilidad de operar sobre el tratamiento de los residuos sólidos, y no sólo en las grandes ciudades sino también en provincias”, anotó.
Añadió que la última área en la que apoyaría Japón es el turismo, porque se entiende que el gobierno impulsa mucho este sector considerando que con su promoción se pretende reducir la brecha social, sobre todo en provincias.
En ese sentido manifestó que se analiza la posibilidad de extender el apoyo al desarrollo turístico en la zona rural del país con el mejoramiento de la infraestructura.
Fukukawa destacó que el 1 de marzo entrará en vigencia el Acuerdo de Asociación Económica entre Perú y Japón, conocido como Tratado de Libre Comercio (TLC), por el que existe gran expectativa.
El acuerdo fue suscrito el 31 de mayo de 2011 en Tokio y permitirá obtener mejor acceso a un mercado cuyas características involucran una mayor demanda de bienes de consumo, materias primas, bienes intermedios y bienes de capital.
Los capítulos que comprende este acuerdo son: comercio de mercancías, reglas de origen, aduanas y facilitación del comercio, defensa comercial, medidas sanitarias y fitosanitarias, obstáculos técnicos al comercio y contratación pública.
Asimismo, comercio transfronterizo de servicios, entrada temporal de nacionales con propósito de negocios, telecomunicaciones, competencia, propiedad intelectual, cooperación, mejora del ambiente de negocios, entre otros.
“Ahora que Perú desarrolla el sector energético, hay que considerar el uso eficiente de la energía y la creación de nuevas fuentes de energía”, mencionó.
Indicó que otro ámbito de cooperación es el agua, por lo que se seguirá orientando recursos a la provisión de agua y alcantarillado, como se hizo para el logro de la planta de tratamiento de agua Huachipa.
“También consideramos seguir operando con la provisión de agua en la zona metropolitana de Lima, donde está aumentando mucho la población, entre otros temas que se estudian”, acotó.
Sostuvo que la tercera área hacia donde se orientarían los acuerdos de cooperación económica es el medio ambiente, pues con el desarrollo económico de Perú inevitablemente se generan residuos sólidos.
“Analizamos la posibilidad de operar sobre el tratamiento de los residuos sólidos, y no sólo en las grandes ciudades sino también en provincias”, anotó.
Añadió que la última área en la que apoyaría Japón es el turismo, porque se entiende que el gobierno impulsa mucho este sector considerando que con su promoción se pretende reducir la brecha social, sobre todo en provincias.
En ese sentido manifestó que se analiza la posibilidad de extender el apoyo al desarrollo turístico en la zona rural del país con el mejoramiento de la infraestructura.
Fukukawa destacó que el 1 de marzo entrará en vigencia el Acuerdo de Asociación Económica entre Perú y Japón, conocido como Tratado de Libre Comercio (TLC), por el que existe gran expectativa.
El acuerdo fue suscrito el 31 de mayo de 2011 en Tokio y permitirá obtener mejor acceso a un mercado cuyas características involucran una mayor demanda de bienes de consumo, materias primas, bienes intermedios y bienes de capital.
Los capítulos que comprende este acuerdo son: comercio de mercancías, reglas de origen, aduanas y facilitación del comercio, defensa comercial, medidas sanitarias y fitosanitarias, obstáculos técnicos al comercio y contratación pública.
Asimismo, comercio transfronterizo de servicios, entrada temporal de nacionales con propósito de negocios, telecomunicaciones, competencia, propiedad intelectual, cooperación, mejora del ambiente de negocios, entre otros.
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