Un equipo internacional de científicos ha analizado los
últimos 65 millones de años de historia natural en América del Norte,
identificando seis olas distintas de diversidad en las especies de
mamíferos
Un estudio elaborado por un equipo internacional, en el que han
participado investigadores españoles, ha demostrado de manera
cuantitativa que la vida de los mamíferos está relacionada con los
cambios climáticos y que es modificada por perturbaciones locales, como
la inmigración.
Durante los últimos 65 millones de años de historia natural en
América del Norte se han identificado seis olas distintas de diversidad
en las especies de mamíferos, explica Christine Janis, profesora de
Biología Evolutiva de la Universidad de Brown.
De ellas, cuatro muestran correlaciones estadísticamente significativas
con grandes cambios de temperatura. El informe ha sido publicado en Proceedings of the National Academy of Sciences (PNAS).
Estudios previos sobre la posible relación entre el cambio climático y
la evolución de las especies de mamíferos han contado con la diversidad
total de especies en el registro fósil, durante períodos de tiempo
similares. Los científicos han buscado patrones dentro de la diversidad
de especies que pudiesen ser significativos en su nuevo enfoque.
Guiados por una metodología similar a la desarrollada por Jack Sepkoski, paleontólogo de la Universidad de Chicago,
sobre faunas evolutivas en invertebrados marinos, los autores
observaron seis agrupaciones distintas y consecutivas de especies de
mamíferos que comparten un origen común y declive común.
Transferencias de dominio
La fauna del Paleoceno,
por ejemplo, habría dado paso a la fauna de principios-mediados del
Eoceno, hace unos 50 millones de años. Por otra parte, los autores
observaron que las transferencias de dominio de los mamíferos se
relacionaban con los cambios de temperatura, como se refleja en los
datos de niveles de oxígeno atmosférico pasados (determinados a partir
de isótopos en los restos fósiles de microrganismos de aguas profundas).
La investigación muestra que las correlaciones entre la diversidad de
especies y los cambios de temperatura también proporcionan información
sobre cómo los rasgos de especies típicas de cada ola se corresponden
con los cambios en la vegetación que siguieron a los cambios en el
clima. Un caso concreto: después de un episodio de calentamiento, hace
alrededor de 20 millones de años, en el Mioceno temprano, la vegetación dominante pasó de una vegetación de bosque a una vegetación de sabana.
Según los expertos, «las perturbaciones relacionadas con el cambio
climático antropogénico, es actualmente un desafío para la fauna, y el
registro fósil puede ayudar a comprender cómo los acontecimientos del
pasado afectaron la historia de la diversificación de la fauna y su
extinción y, por lo tanto, cómo influirán los futuros cambios climáticos
en la vida en la tierra».
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