La conselleria balear de Medio Ambiente ha aprobado el primer plan
técnico de gestión forestal en una finca privada de Ibiza, en Es Novells
(Santa Eulària, cerca de Atzaró). Se trata de una prueba piloto
promovida por Jacinto Valderrama, ingeniero técnico forestal e ingeniero
agrónomo, a través de la empresa Ingenia Ambient S.L., y Raúl Juan,
ingeniero técnico industrial, para testear el funcionamiento de su
propuesta de plan mucho más amplia que abarque toda la isla y que se
autofinancie con el uso del excedente de la masa forestal para el
consumo de calderas de biomasa.
La dirección general de Biodiversidad del Govern ha confirmado que es el primer plan de gestión forestal autorizado en Ibiza. En Mallorca se han activado cuatro o cinco, según un portavoz de la conselleria. La actuación en es Novells, que tiene una extensión de 8,5 hectáreas y 1.400 metros cúbicos de masa forestal, se llevará a cabo tras las fiestas navideñas. El plan contempla la tala y poda de 350 metros cúbicos de pinos y matorrales. No se tocarán enebros ni sabinas.
La novedad de este plan radica en que abarca una actuación general sobre una finca sin la necesidad de que un agente forestal determine previamente qué árboles se pueden retirar. Valderrama, que ha contactado con tres empresas forestales y de jardinería para que le presenten un presupuesto, marcará los árboles y matorrales que deben retirarse siguiendo las directrices del plan aprobado. Se eliminará un 20% de la masa forestal.
El propietario de la finca pagará el coste del trabajo de la empresa de jardinería con la posterior venta de los restos forestales extraídos para el consumo de biomasa. La idea es suministrar la materia a las calderas de biomasa de las piscinas y otras instalaciones del Ayuntamiento de Santa Eulària, el único que utiliza este tipo de bioenergía. «Pretendemos probar que las actuaciones forestales previstas son rentables tanto desde un punto de vista ambiental como económico. Nosotros no ganamos nada», coinciden Valderrama y Juan.
Los trabajos de tala y poda se llevarán a cabo en varias semanas. El material que se obtenga podría dar suministro a las calderas durante un periodo de 35 a 40 días, según el ingeniero técnico industrial. Juan explica que el uso de la biomasa supone un ahorro aproximado de 160 euros al día en comparación con una caldera de gasóleo, aparte de una reducción del 80% de las emisiones de CO2.
Actuación en siete años
Una vez que la finca quede limpia, no se podrá volver a actuar sobre ella hasta que transcurra un periodo de siete años, según apunta el ingeniero técnico forestal. Además, en una futura segunda intervención, se extraería menos masa forestal, agrega Valderrama.
El criterio que se empleará a la hora de decidir qué árboles se talan o podan es el de escoger aquellos que están «tumbados, desviados, bifurcados o enfermos» y, sobre todo, los matorrales que generan un exceso de densidad forestal. Los dos técnicos han presentado este plan privado al conseller insular de Agricultura y alcalde de Sant Joan, Antoni Marí, Carraca.
A finales de octubre, el conseller balear de Medio Ambiente, Gabriel Company, anunció en Sant Joan la redacción de un plan de gestión forestal específico para Ibiza. «Marcará qué se puede hacer en una propiedad privada y cómo se deben limpiar los bosques, incluso cuántos árboles se podrán arrancar», dijo entonces Company, quien señaló que dicho documento debe estar listo en un plazo de dos años. El Consell de Ibiza se ha marcado la ejecución de un plan de gestión forestal como una actuación prioritaria. El equipo de gobierno también pretende destinar el exceso de masa forestal al consumo de las calderas de biomasa.
La dirección general de Biodiversidad del Govern ha confirmado que es el primer plan de gestión forestal autorizado en Ibiza. En Mallorca se han activado cuatro o cinco, según un portavoz de la conselleria. La actuación en es Novells, que tiene una extensión de 8,5 hectáreas y 1.400 metros cúbicos de masa forestal, se llevará a cabo tras las fiestas navideñas. El plan contempla la tala y poda de 350 metros cúbicos de pinos y matorrales. No se tocarán enebros ni sabinas.
La novedad de este plan radica en que abarca una actuación general sobre una finca sin la necesidad de que un agente forestal determine previamente qué árboles se pueden retirar. Valderrama, que ha contactado con tres empresas forestales y de jardinería para que le presenten un presupuesto, marcará los árboles y matorrales que deben retirarse siguiendo las directrices del plan aprobado. Se eliminará un 20% de la masa forestal.
El propietario de la finca pagará el coste del trabajo de la empresa de jardinería con la posterior venta de los restos forestales extraídos para el consumo de biomasa. La idea es suministrar la materia a las calderas de biomasa de las piscinas y otras instalaciones del Ayuntamiento de Santa Eulària, el único que utiliza este tipo de bioenergía. «Pretendemos probar que las actuaciones forestales previstas son rentables tanto desde un punto de vista ambiental como económico. Nosotros no ganamos nada», coinciden Valderrama y Juan.
Los trabajos de tala y poda se llevarán a cabo en varias semanas. El material que se obtenga podría dar suministro a las calderas durante un periodo de 35 a 40 días, según el ingeniero técnico industrial. Juan explica que el uso de la biomasa supone un ahorro aproximado de 160 euros al día en comparación con una caldera de gasóleo, aparte de una reducción del 80% de las emisiones de CO2.
Actuación en siete años
Una vez que la finca quede limpia, no se podrá volver a actuar sobre ella hasta que transcurra un periodo de siete años, según apunta el ingeniero técnico forestal. Además, en una futura segunda intervención, se extraería menos masa forestal, agrega Valderrama.
El criterio que se empleará a la hora de decidir qué árboles se talan o podan es el de escoger aquellos que están «tumbados, desviados, bifurcados o enfermos» y, sobre todo, los matorrales que generan un exceso de densidad forestal. Los dos técnicos han presentado este plan privado al conseller insular de Agricultura y alcalde de Sant Joan, Antoni Marí, Carraca.
A finales de octubre, el conseller balear de Medio Ambiente, Gabriel Company, anunció en Sant Joan la redacción de un plan de gestión forestal específico para Ibiza. «Marcará qué se puede hacer en una propiedad privada y cómo se deben limpiar los bosques, incluso cuántos árboles se podrán arrancar», dijo entonces Company, quien señaló que dicho documento debe estar listo en un plazo de dos años. El Consell de Ibiza se ha marcado la ejecución de un plan de gestión forestal como una actuación prioritaria. El equipo de gobierno también pretende destinar el exceso de masa forestal al consumo de las calderas de biomasa.
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