La repoblación  de los bosques en las zonas actualmente cultivadas no representa una  alternativa para paliar las emisiones de dióxido de carbono y en algunos  casos puede ser ineficaz como método de combatir el calentamiento  global. Así advierten unos climatólogos canadienses cuyo artículo ha  sido publicado en la revista Nature Geoscience.  Se cree que la reforestación contribuye a la absorbción de los gases  responsables del efecto invernadero, una de las causas principales del  calentamiento del planeta. Sin embargo, los científicos indican que los  macizos forestales en general procesan el gas carbónico peor que los  cultivos agrarios,  mientras que la plantación de los bosques en las zonas septentrionales  puede resultar en el aumento de la absorbción de la radiación solar, con  el subsecuente aumento de la temperatura.
  Actualmente, la reforestación está considerada una estrategia efectiva  en la lucha contra el cambio climático en la mayoría de los países  desarrollados. Actualmente existen varios programas en el marco de las  cuales los países desarrollados unen sus esfuerzos con el objetivo de  restaurar y mantener el equilibrio del medio ambiente. Uno de estos  programas es REDD+  (Reducing Emissions from Deforestation and Forest Degradation), la  iniciativa de la ONU para la reducción de la emisión de los gases de  efecto invernadero causada por la tala y degradación forestal.
  Los científicos canadienses, dirigidos por Vivec Arora del Centro  canadiense de la modelación y analisis del clima de la Univesidad de  Columbia Británica, al analizar las perspectivas de la reforestación,  dedujeron que incluso una repoblación total de la superficie de siembra  conllevaría solamente una disminuición insignificante del ritmo del  calentamiento global.
  Los climatólogos crearon modelos de cambio climático a lo largo de 100  años con diferentes planes de reforestación: la reforestación completa o  parcial (50%) o reforestación en las regiones meridionales o  septentrionales del planteta. Los expertos establecieron que la  regeneración de los bosques tropicales sería tres veces más efectiva que  la reforestación de las regiones norteñas.
  Según estiman los investigadores, incluso la reforestación del 100% de  toda la superficie de cultivo reduciría el aumento de la temperatura en  0,45º. La reforestación de la mitad de todos los territorios cultivados  ayudaría reducirlo en 0,25º. Ambos índices se alcanzarían en el período  entre 2081-2100.
  Incluso si se alcanzara a repoblar el 50% de las tierras de cultivo, la  reforestación no podrá constituir un substituto de la reducción de las  emisiones de los gases responsables del efecto invernadero, indican los  expertos. Además, opinan que la reforestación en latitudes altas no  provocaría enfríamiento, sino calentamiento, debido a que los bosques absorberían más calor que el hielo o la nieve.

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