El
paleontólogo inglés Howard Falcon-Lang ha descubierto un tesoro oculto
de fósiles, entre ellos algunos recogidos por Charles Darwin, en los
cajones de un viejo mueble del Instituto Geológico británico. Según han
explicado los expertos, algunas de estas piezas llevaban desaparecidas
más de 160 años.
ECOticias.
Falcon-Lang halló estas piezas "por casualidad" cuando vio en
uno de los gabinetes del instituto un mueble en el que ponía 'Fósiles y
plantas no registradas'. "En el interior del cajón había cientos de
preciosas láminas de vidrio con delgados y traslúcidos fósiles de
plantas en su interior, de manera que estaban ya preparadas para su
estudio en microscopio", ha señalado el científico a la BBC.
De este modo, el paleontólogo se puso a estudiar las piezas "y en
la primera lámina observada había una etiqueta en una esquina en la que
ponía 'C. Darwin'". Concretamente, la diapositiva guardaba un trozo de
madera fósil recogido por Darwin durante su viaje del Beagle en 1834, en
donde comenzó a desarrollar su teoría de la evolución.
En el transcurso de su visita a la Isla de Chiloe, en Chile,
Darwin encontró "muchos fragmentos de lignito negro, sílice, pirita y
madera, a menudo integrados", ha explicado Falcon Lang.
Del mismo modo, ha apuntado que estas muestras se encontraban
'perdidas' porque el botánico y amigo íntimo de Darwin, Joseph Hooker,
encargado de enviar las muestras a Inglaterra, no las numeró "y fueron
olvidados en los archivos". "Después la colección se trasladó varias
veces y poco a poco se quedó en el olvido", ha señalado.
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