El alcalde de
Londres, Boris Johnson, está llevando a cabo diferentes pruebas de una
tecnología innovadora para la supresión de gases contaminantes causada
por los atascos en las carreteras, en un intento por asegurar que la
capital cumpla con los límites legales de calidad del aire.
ECOticias.
Por este motivo, Transport of
London (TFL) anunció la semana pasada que iba a lanzar una prueba según
la cual diferentes supresores de polvo se extenderían en 5 barrios de la
localidad londinense bajo una iniciativa de la Agencia de Medio
Ambiente.
Los supresores de polvo conllevan una
solución salina biodegradable que se esparcirá desde el Puente de
Waterloo de Tower Hill hasta la estación de Kings Cross. Si el resultado
es exitoso, este método podría ser incorporado en otras carreteras, ya
que podría reducise la contaminación entre un 10 y un 20% en un período
de seis meses.
Según Johnson, "espero que este proceso
repercuta de inmediato en la calidad del aire de Londres. Hemos
recorrido medio mundo para encontrar nuevas maneras de combatir la
contaminación en el aire que respiramos".
TFL anunció que la química no tendrá
efectos secundarios, ya que será esparcida en pequeñas dosis. Además,
sólo se aplicará durante las primeras horas del día varias veces por
semana.
Londres está sometida a una extrema
presión para hacer frente a la contaminación del aire, ya que la Unión
Europea amenaza con multas de hasta 300 euros en caso de no cumplir las
normas pertinentes en relación a este tema.
De hecho, el Reino Unido ha estado
eludiendo la Directiva de calidad del aitre durante varios años.
Actualmente, está solicitando una nueva prórroga de la fecha límite para
el cumplimiento de dicha Directiva, para hacer frente a la
contaminación con el nuevo método de solución salina.
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