"Soy lo que quiero y hago lo que me gusta", afirma Guadalupe
Flores Silva, una intrépida maestra de ecoturismo, apasionada por la
educación ambiental, esposa y madre de familia.
A sus 45 años, a la maestra Lupita -como prefiere que le llamen- lo mismo
se le ve encabezando excursiones a las serranías con sus alumnos de
preparatoria, que descendiendo a rapel de alguna presa o nadando junto a un
tiburón ballena.
Es una mujer que estudió la preparatoria cuando estaba por cumplir 40 años
y cuatro años más tarde cursó la licenciatura en Intervención Educativa en
la Universidad Pedagógica Nacional, sede La Paz.
En 2010, Guadalupe Flores concluyó sus estudios universitarios que
representaron, según platica, la consolidación de un sueño y el inicio de
un nuevo proyecto de vida, ahora como docente.
La maestra norteña se define como una persona persistente y "aventada",
para quien los retos no significan obstáculos, sino una oportunidad de
crecer y de medir sus propias fuerzas.
Retrasó el continuar con sus estudios superiores por problemas familiares.
Según platica, luego de su divorcio y una vez que estuvo convencida de
seguir su preparación académica, no hubo quien la detuviera, aunque
reconoce que no fue fácil.
"Para mí, a mi edad, no fue algo sencillo el retomar los estudios. Es que
entra uno a una dinámica totalmente distinta. Te tienes que esforzar el
doble para alcanzar y seguir el ritmo de los compañeros, y súmale la
familia que atender...".
Sin embargo, fue persistente y consiguió no sólo acreditar sus materias en
la preparatoria y en la universidad, sino que alcanzó los promedios más
altos de su generación, asegura.
Sus compañeros la recuerdan como una mujer entregada a sus estudios y a su
familia, su esposo y dos hijos. "Una mujer sencilla y siempre con la mejor
actitud".
Quienes la conocen, amigos de preparatoria y universidad, según sus
familiares, admiran su determinación y empeño para conseguir sus metas y,
sobre todo -refieren- su sencillez y entusiasmo para hacerle frente a las
situaciones difíciles o de tensión.
Para la maestra, cada persona debe ser fiel a sus convicciones y no dejarse
vencer por las adversidades, menos las mujeres -dice- para quienes superar
los retos muchas veces representa un esfuerzo mayor que el de los hombres.
"LAS RECOMPENSAS LLEGAN"
Ella considera que a la fecha, además de haber logrado una
carrera universitaria, en su paso por las aulas consiguió hacerse de
amistades entrañables, muchos jóvenes que la llegaron a ver como una
"mamá protectora".
Actualmente, Lupita es reconocida como una profesora intrépida que fomenta
en sus alumnos el conocimiento y respeto por el medio ambiente, y busca
contribuir con la formación de jóvenes entusiastas, responsables y
comprometidos con su entorno.
Imparte clases en la Preparatoria Juan Pablo II en la ciudad de La Paz y es
responsable de las actividades encaminadas al respeto y cuidado del medio
ambiente. Organiza excursiones y campamentos para que los estudiantes
conozcan su Estado, valoren y respeten sus riquezas naturales.
En poco tiempo como docente ha conseguido ganarse el respeto y cariño de
sus alumnos por su entusiasmo. "Los jóvenes al mismo tiempo me contagian de
ese entusiasmo y yo simplemente busco hacerles ver en cada actividad que
emprendemos que los problemas y las metas siempre se logran superar y
alcanzar poniendo el mayor de los esfuerzos".
No hay comentarios:
Publicar un comentario