España está entrando en un periodo de "sequía meteorológica", después de meses consecutivos de escasez o ausencia de lluvias, una situación que más adelante puede revestir gravedad.
"Podría ser una sequía importante si no
llueve en febrero y, sobre todo, si la próxima primavera no trae agua.
Habría problemas serios", ha augurado a EFEverde el portavoz de la
Agencia Estatal de Meteorología, Ángel Ribera.
Los
últimos datos reflejan que el actual año hidrológico (del 1 de octubre
de 2011 a 1 de septiembre de 2012) se encuentra un 36 por ciento por
debajo de la media, aunque la irregularidad pluviométrica del territorio
nacional es histórica.
Pese a haber
ocurrido en otras ocasiones, sí es "curioso" que después de un otoño
extremadamente seco -en el que llovió un 30% menos de lo habitual, salvo
un mes de noviembre húmedo-, se suceda un diciembre y un enero
igualmente secos.
"El emparejamiento de un
diciembre y enero consecutivos es muy atípico, raro, anormal", ha
subrayado el meteorólogo, con alrededor de 40 décadas de experiencia.
En
este contexto ha matizado y ha pedido distinguir entre lo que se conoce
como sequía meteorológica y la sequía hidrológica, esta última referida
a la gestión de los recursos hídricos y considerada a más largo plazo
(la meteorológica se entiende a tres años).
Aunque desde el punto de vista meteorológico, la situación puede ser crítica, no lo es necesariamente para los embalses.
Desde
el punto de vista meteorológico "estamos entrando en una sequía que
viene desde otoño. Ahora solo cabe esperar que febrero, además de frío,
traiga agua -como acostumbra- y nieve para las cordilleras. Después hay
que confiar en la primavera".
A juicio de
Ribera, un grave problema que se está dando ahora es la falta de nieve
en las cumbres de las montañas, ya que constituyen una importante
reserva de agua de cara a primavera y verano.
"Al
observar las imágenes de los satélites, salvo los Pirineos que tienen
un poco más de nieve, el resto (de las cordilleras) apenas tienen", ha
advertido el portavoz de la Aemet.
Si el
agua no viene con febrero y, sobre todo, con la estación primaveral -en
especial marzo y abril- "podría haber una seguía importante".
En
los mapas de sequía que publica Meteorología en su página web se
aprecia la evolución de la escasez de lluvias en los últimos días, meses
y años (hasta tres) en el territorio nacional.
Así,
el índice de sequía de dos y tres años atrás arroja valores
moderadamente húmedos en la mitad sur y norte -gracias a la abundante
agua de 2009 y 2010-, pero al final del periodo comienza a apuntarse
sequía en la zona norte.
La situación cambia
de modo radical en los últimos doce meses, durante los cuales la sequía
es "muy fuerte en todo el norte y una gran zona del centro" del país, y
se hace aún más severa durante el último semestre y trimestre, en el
que se extiende la sequía, ha concluido Ribera. EFE
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