“Se tiene que comenzar por las cosas pequeñas y, si hay que beber agua del grifo, se beberá”...esta frase no es nuestra , es de la Ministra de Fomento, Ana Pastor, que tiene claro que los fundamentos de trabajo en su cartera serán la austeridad y el rigor presupuestario. Pues bien, esta semana Greenpeace ha presentado alegaciones al Informe de Sostenibilidad (ISA) revisado y la versión preliminar del Plan Director de Infraestructuras del puerto de Pasaia (PDIPP).
Pilar Marcos
Puntualizo la palabra “revisado” del ISA porque no es la primera
vez que la Autoridad Portuaria, principal promotora del puerto,
presenta a la opinión pública su plan macroportuario. Pero este nuevo
ISA es el mismo lobo con diferente ropaje. Y un presupuesto inicial de unos 750 millones de euros.
Greenpeace ha insistido en varias ocasiones que la única finalidad
que persigue la Autoridad Portuaria es la obra de ejecución del puerto
exterior (que, por cierto, incluye una venta de suelo para promociones
inmobiliarias), y a pesar de que el propio Ministerio de Medio Ambiente,
la Diputación Foral de Gipuzkoa o la Consejería de Medio
Ambiente de Gobierno vasco han dicho que la dársena exterior no es
necesaria para regenerar la bahía y que además tendría efectos
irreversibles sobre espacios naturales protegidos como el monte
Jaizkibel.Pero volviendo a las declaraciones de la Ministra de Fomento que insiste que “ha habido políticos que se han gastado más de lo que tenían” qué mejor ejemplo que otros puertos del Estado o de supuesto Interés General como son los puertos de Langosteira en A Coruña, cuyo presupuesto inicial pasó de los 500 millones de euros hasta hoy que ronda los 1.000 millones o el puerto de Musel en Gijón que ha tenido un sobre coste superior al 40%. Y para insistir en el interés que la Autoridad Portuaria, el PNV y PSOE tienen en la promoción del puerto exterior, no sólo siendo Ministro José Blanco hace unos meses se firmó un Protocolo para revitalizar la bahía interior promocionando la obra sino que además en el ISA “revisado” se obvia analizar cómo la cercanía del superpuerto de Bilbao influye en la competencia por el mercado.
Entre otras debilidades y obviedades que omite el ISA está en que la superficie proyectada de 100 hectáreas de hormigón afecta a hábitats prioritarios sumergidos y de la zona intermareal como son los arrecifes rocosos o de dónde van a sacar la ingente cantidad de áridos para hacer el relleno. La Autoridad Portuaria, acostumbrada a un grifo que no se ha cerrado durante años deja claro en su memoria ambiental que en sus planes no caben la racionalización y el cumplimento de las leyes ambientales, promoviendo sí o sí el costoso puerto. Es el momento de comenzar también por la austeridad en las cosas grandes. En 100 hectáreas de destrucción sobre Jaizkibel.
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