La hispana Kimberly Wasserman Nieto promueve mejores condiciones medioambientales para los residentes de La Villita, en Chicago, de gran concentración hispana y uno de los barrios más afectados por la contaminación en el país.
Nieto, de 35 años y madre de tres niños no sólo ha vivido en
esta barrio toda su vida, sino que también es la directora ejecutiva de
la Organización de La Villita por la Justicia Ambiental (LVEJO, en
inglés) en la que ha trabajado durante trece años.
Antes daba
clases de computación en el Little Village Boys and Girls Club, pero
cuando amenazaron con cerrar ese centro, ayudó a organizar a cientos de
jóvenes y el club permaneció abierto. Tras lo cual le ofrecieron
trabajar para LVEJO.
Densamente poblado, La Villita tiene 91.071 habitantes
"Para
los hispanos, en general, pero específicamente los mexicanos y
méxicoamericanos, los índices de asma son muy bajos, excepto en un
lugar: La Villita", dijo la activista en entrevista con Efe.
"Nuestro
índice de asma aquí es aún más alto que el índice nacional", explicó
Nieto. "Y eso no es por accidente, no es porque todos fumamos, no es
porque todos tenemos cucarachas en nuestras casas, no es por nada que
nosotros hacemos como individuos, es por la calidad del aire en nuestra
comunidad".
Salud y contaminación
Parte de su lucha,
explicó Nieto, es concienciar a los residentes de La Villita de que su
estado de salud tiene relación con la actividad de la planta Crawford,
construida en 1924 al sur del barrio, que aún usa carbón para generar
energía eléctrica.
Una planta similar, Fisk, está localizada en Pilsen, otro barrio hispano de Chicago con resultados similares.
LVEJO
ahora no está sola en su lucha contra la planta Crawford, como cuando
empezó hace años, porque grupos de otros barrios de la ciudad le han
dado su apoyo a esta organización pionera.
Ese reconocimiento, dijo Nieto, es esencial cuando acude a tocar las puertas del poder en la ciudad.
"Eso
nos ayuda mucho", señaló. "Ayuda porque los oficiales de la ciudad ven
que nuestro trabajo está siendo visto y ellos tienen que ponernos más
atención y hablar con nosotros".
"Giras tóxicas"
Para concienciar a la comunidad, la organización ha creado las
llamadas "giras tóxicas", las que en una o dos horas llevan a grupos de
personas a los sitios en donde LVEJO muestra los efectos de la
contaminación.
"La realidad de las cosas es que la mayoría de
nuestros vecindarios tiene industria ahí al otro lado de la calle,
prácticamente en nuestras yardas (patios), pero nunca nos hemos detenido
a preguntar cómo nos afecta y qué estamos respirando", señaló la
hispana.
Nieto afirmó que los hispanos se olvidan del medio
ambiente, mientras luchan por otros problemas urgentes como la reforma
migratoria, educación y vivienda.
"Desafortunadamente como
comunidad hispana el medio ambiente no está muy arriba en su lista de
prioridades", dijo Nieto. "Nosotros en LVEJO estamos tratando de hacer
ver que todas esas cosas y el medio ambiente están conectados al lugar
en donde vive la gente, y no está separado".
Uno de los retos más
grandes a través de los 15 años del grupo ha sido tratar de cambiar la
actitud de extremo respeto que los hispanos sienten hacia las
autoridades, lo que les impide tomar acción en cuestiones que dañan su
salud y afecta sus vidas.
Después de años de trabajar con los
residentes, Nieto asegura que ya ellos están más convencidos de que es
necesario cuestionar al poder y pedir cuentas.
Un parque para hacer ejercicio
En ese
sentido, el trabajo de la organización se extiende a luchas por la
educación y el transporte público, así como por espacios públicos en
donde crear jardines y parques para los residentes de La Villita.
Entre
los proyectos que impulsa la organización está la creación de un parque
nuevo al este del barrio, para que los vecinos puedan caminar y hacer
ejercicio.
"Todo está relacionado", insistió la activista."Cuando
nuestros niños ya no tienen bibliotecas públicas, cuando ya no tienen
parques públicos todas estas cosas están relacionadas al medio ambiente y
cómo nos realizamos como gente saludable".
Otro sueño de Nieto es
crear una ruta del transporte público de la ciudad que atraviese el
barrio por el lado sur para ayude a la gente a llegar sus trabajos y a
sus escuelas.
"Tenemos que recordarle a la gente que tenemos que
luchar por el transporte y la educación públicos", señaló Nieto. "Y
tenemos que luchar por nuestro derecho al aire limpio, a terrenos
limpios y a una agua limpia". EFEverde
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