Hace dos años,
científicos del Centro Nacional de Investigación Atmosférica en
Boulder, Colorado, publicaron un estudio que constataba las
inconsistencias entre las observaciones por satélite de calor en la
Tierra y las mediciones de calentamiento del océano, incrementando las
evidencias de que había "energía perdida" en el sistema del planeta.
ECOticias.
¿Dónde se va? O bien, se preguntaban, ¿existe algún error en el
seguimiento de la energía, de forma que ésta era absorbida por el Sol y
emitida de vuelta al espacio?
Un equipo internacional de científicos atmosféricos y
oceanógrafos, dirigido por Norman Loeb del Centro Langley de la NASA en
Hampton, Virginia, y Graeme Stephens, del Laboratorio de Propulsión a
Chorro en Pasadena, California, comenzó a investigar el misterio.
Se utilizaron 10 años de datos - que abarcan desde 2001 hasta 2010
- procedentes de las bases de datos del propio centro Langley y del
instrumento CERES (Experimento del Sistema de Energía Radiante de la
Tierra) para medir los cambios en el equilibrio de la radiación neta en
la parte superior de la atmósfera terrestre. Los datos de CERES se
combinaron con las estimaciones del contenido de calor de los océanos de
la Tierra a partir de tres fuentes sensoras del océano independientes.
Su análisis, que se resume en un estudio dirigido por la NASA
publicado 22 de enero en la revista Nature Geoscience, encontró que las
mediciones por satélite y oceánicas coinciden ampliamente, una vez que
las incertidumbres observacionales son tenidas en cuenta.
"Una de las cosas que queríamos hacer era un análisis más riguroso
de las incertidumbres", dijo Loeb. "Cuando lo hicimos, llegamos a la
conclusión de que la energía perdida en el sistema no estaba realmente
sustentada con datos. Nuestros datos muestran que la Tierra ha estado
acumulando calor en el océano a un ritmo de medio vatio por metro
cuadrado, sin signos de un descenso", dijo Loeb. "Esta energía extra
finalmente encontrará su camino de regreso a la atmósfera y aumentará
las temperaturas en la Tierra."
Los científicos generalmente están de acuerdo en que el 90 por
ciento del exceso de calor asociado con incrementos en las
concentraciones de gases de efecto invernadero se almacena en los
océanos de la Tierra. Si se libera a la atmósfera, una acumulación
de medio vatio de calor por metro cuadrado podría aumentar la
temperatura global en más de 0,3 grados centígrados.
Loeb dijo que los resultados demuestran la importancia de la
utilización de múltiples sistemas de medición a través del tiempo, y
demuestran la necesidad de mejora continua en la forma en que se miden
los flujos de energía de la Tierra.
El equipo científico del Centro Nacional de Investigación
Atmosférica mide inconsistencias entre 2004 y 2009 entre las
observaciones por satélite de balance de calor de la Tierra y la
medición de la velocidad de calentamiento del océano superior. Dijeron
que las inconsistencias eran una prueba de que había "energía perdida".
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