
Los dos últimos temblores tuvieron lugar a las 8:23 y 9:20 (hora de Moscú). Según explica un representante del servicio Geofísico de la Academia de las Ciencias de Rusia, todos los movimientos telúricos posteriores se han producido en un área de aproximadamente 100 km. En esta región no hay grandes áreas urbanas, la ciudad más cercana está situada a un centenar de kilómetros.
Aunque no se han reportado víctimas ni importantes daños materiales, unas 16.000 personas trabajan en examinar los edificios (en algunos de los cuales los residentes encontraron grietas) y, si es necesario, reubicar a parte de la población.
El primer terremoto, de intensidad de 6,7 grados de la escala Richter, tuvo lugar a las 19:21 (hora de Moscú) en la República rusa de Tuvá. El seísmo se sintió en las repúblicas rusas de Jakasia y Altái, en las regiones de Altái y Krasnoyarsk, las provincias de Irkutsk, Tomsk, Kémerovo y Novosibirsk, en un diámetro de unos 1.500 kilómetros.
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